Avión de la extinta VECA se utilizará para venta de partes
La aerolínea, que fue financiada por ALBA Petróleos, tenía dos aviones Airbus A319-100 alquilados.
NUEVA YORK. Cierre de mercados, contrato C.
Uno de los dos aviones que operó Vuelos Económicos Centroamericanos (VECA) será vendido por partes por Intertrade Ltd, que lo adquirió en enero de este año. La aeronave no ha volado desde hace cuatro meses. Su último trayecto fue de una hora entre los aeropuertos de Kansas y Greenwood, ambos en Estados Unidos. El avión en cuestión tiene una matrícula N1235V y nunca fue propiedad de VECA, sino que la empresa se lo alquilaba primero a ILFC, luego a Aercap y a DVB Bank, hasta el 16 de enero de 2017. VECA tuvo el avión en su posesión desde el 16 de noviembre de 2013.
Este era solo uno de los dos aviones que utilizó la extinta empresa. El otro, con matrícula N1821V, se lo alquiló a VECA Aercap, desde mayo 2014 hasta el 12 de enero de 2017, cuando fue reposeído por falta de pago. El bufete que se encargó de esto señaló que fue algo complejo y que requirió asesoría de sus pares en Costa Rica y en Guatemala.
“El trato fue especialmente retador, pues no habían precedentes de reposesiones en El Salvador y fue concluido satisfactoriamente en un período de tiempo bastante corto”, escribió Arias, la firma de abogados, en un comunicado de prensa.
El N1821V no ha volado en nueve meses y está ahora registrado como HS-PPS, de Bankok Airways.
El embargo de la aeronave fue un aviso de los problemas en las finanzas de VECA, pocos días después, el 16 de enero, la empresas despidió a la mayoría de su personal sosteniendo que necesitaban reestructurar la empresa tras una serie de malas situaciones y que volverían a volar pronto.
Desde entonces fueron tramitando prórrogas con la Autoridad de Aviación Civil (AAC) de El Salvador, aunque las finanzas complicaban el panorama para mantener suspendido de manera temporal, pero no cancelado, su Certificado de Operador Aéreo (COA).
Se conoció que VECA no había pagado las cotizaciones laborales de sus empleados y también debía dinero en Costa Rica, al Aeropuerto Internacional Juan Santamaría por el pago el Cargo de Uso de Áreas Comunes (CUAC), así como a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), con el Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (FODESAF).
En El Salvador, la aerolínea no aparecía en el registro de compañías que pagaron su fianza, un requisito para poder operar en el país, según establece la Ley Orgánica de Aviación Civil.
Entre los planes de VECA estaba encontrar inversionistas que le inyectaran capital o crear una alianza en la que la aerolínea aportaría el COA. La empresa tenía todos sus procesos y manuales certificados con la AAC, pero cuando dejó de dar prórrogas, ejecutar ese plan se hizo imposible.