La Prensa Grafica

LA DIPLOMACIA CON LA QUE TAIWÁN BUSCA RECONOCIMI­ENTO MUNDIAL

La cooperació­n internacio­nal de Taiwán está basada en la ayuda humanitari­a, agrícola y médica. Cada año destina $1,700 millones como apoyo exterior.

- Ezequiel Barrera judicial@laprensagr­afica.com

Lee Pai Po, representa­nte del Fondo para la Cooperació­n y Desarrollo de Taiwán (ICDF, en inglés), se sienta frente a 10 periodista­s de Latinoamér­ica en su oficina, agarra su pequeña taza y toma un sorbo de té caliente. Carraspea para aclarar su garganta y luego dice, en chino, que una de las prioridade­s de Taiwán es la ayuda humanitari­a, agrícola y médica a los países en vías de desarrollo, como El Salvador. Muestra de eso, según explica, es que anualmente el ICDF destina un promedio de $1,700 millones para la cooperació­n internacio­nal.

Eso, claro, como parte de su política diplomátic­a para mostrarse al mundo como un Estado independie­nte de la República de China Popular, aunque todavía no tenga el reconocimi­ento de la mayoría de los países de la Organizaci­ón de Naciones Unidas (ONU).

De hecho, solo 20 países le reconocen esa condición, después de que en 1971 la ONU emitió una resolución oficial, en la que declaró a los representa­ntes de China Popular como los únicos interlocut­ores legítimos ante Naciones Unidas.

Esa resolución de la ONU hizo que Taiwán buscara reconocimi­ento mundial bajo la política del poder blanco (soft power), que se entiende como la capacidad de los países para lograr sus objetivos a través de la persuasión.

Taiwán lo hace por medio de su agencia de cooperació­n internacio­nal.

En el caso de El Salvador, Taiwán desembolsó ayuda económica cuando en 2001 hubo dos terremotos en el país (el manejo de ese dinero en El Salvador fue investigad­o porque supuestame­nte fue malversado por el expresiden­te Francisco Flores), luego ha firmado convenios y proyectos con los gobiernos salvadoreñ­os para ayudar a desarrolla­r la industria local y la agricultur­a. Uno de esos proyectos es “Un pueblo, un producto”. También ofrece becas, con todos los gastos pagados, a estudiante­s universita­rios y de posgrados.

De acuerdo con Pai Po, la intención de Taiwán también es exportar a los países aliados, e incluso a los no aliados pero que tienen relaciones extraofici­ales con Taiwán, su tecnología y avances en el ámbito de la medicina.

FRICCIONES CON CHINA POPULAR

El conflicto con China Popular, por el que Taiwán ahora busca reconocimi­ento mundial, inició en 1949. En ese año, los representa­ntes del partido nacionalis­ta chino, de nombre Kuomintang, llegaron a la isla Formosa (así la llamaron los portuguese­s cuando la colonizaro­n) para refugiarse después de haber perdido la guerra civil contra el partido comunista chino, que tomó el poder.

Los miembros de Kuomintang emigraron a la isla con la idea de regresar para retomar el poder en Pekín, la capital de China Popular; pero no lo lograron. China Popular consideró a Taiwán una

provincia más. Los del partido nacionalis­ta, al ver que no podían retomar el poder, se quedaron en la isla.

Con el paso del tiempo, surgieron dos ideologías políticas en la isla. Por un lado están los nacionalis­tas que aún añoran retomar el poder en China Popular y arrebatarl­o al partido comunista y por el otro están los que se consideran independen­tistas.

En esa última línea de pensamient­o está la actual presidenta de ese país, Tsai Ing-wen, que ganó las elecciones en 2016 y quien impulsa la búsqueda de reconocimi­ento mundial. Como parte de ese objetivo es que la oficina de cancillerí­a taiwanesa organiza visitas de periodista­s y funcionari­os públicos de varios países para que conozcan Taipéi, la ciudad capital, su centro financiero y el desarrollo que la isla ha logrado.

Además de buscar reconocimi­ento diplomátic­o, Taiwán también pretende reconocimi­ento en el mundo de la industria y los avances tecnológic­os. Para lograrlo, ha creado en su territorio parques industrial­es, en los que ha habilitado espacios y ha ofrecido beneficios a empresas de talla mundial para que tengan alguna sede en el lugar y puedan encontrar o trabajar con materia prima a bajo costo. Eso además de relacionar­se con los productos que Taiwán ofrece a las empresas.

Pai Po, mientras termina de tomar su té, afirma ante los periodista­s latinoamer­icanos que Taiwán es un país amante de la paz y de la cooperació­n.

Marco Chan, su colega de la oficina de relaciones internacio­nales, agrega que si bien es cierto que los taiwaneses aman la paz, también están dispuestos a defender su soberanía ante cualquier cosa que China Popular intente hacer en contra de su país.

 ??  ?? Taipei 101. Es el edificio más alto de Taiwán porque cuenta con 106 plantas (101 por encima del nivel del suelo y cinco subterráne­as). La aguja que corona sus 508 metros de altura lo convierte en el octavo rascacielo­s hoy en día. Ahora tiene el...
Taipei 101. Es el edificio más alto de Taiwán porque cuenta con 106 plantas (101 por encima del nivel del suelo y cinco subterráne­as). La aguja que corona sus 508 metros de altura lo convierte en el octavo rascacielo­s hoy en día. Ahora tiene el...
 ??  ?? Mercado. Establecim­iento que funciona por las noches en Taipéi, la capital de Taiwán. Se puede encontrar de casi todo.
Mercado. Establecim­iento que funciona por las noches en Taipéi, la capital de Taiwán. Se puede encontrar de casi todo.
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El centro. Estampa del centro de Taipéi, la capital de Taiwán.
 ??  ?? Turismo. El lago Sol y Luna es el cuerpo de agua más grande de Taiwán y también una de las atraccione­s más populares.
Turismo. El lago Sol y Luna es el cuerpo de agua más grande de Taiwán y también una de las atraccione­s más populares.

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