Emprendimiento social, un estilo de vida para las nuevas generaciones
Desde mi infancia aprendí que ser emprendedor implica una dosis diaria de tenacidad, disciplina y que no es un ropaje que se va a quitar al día siguiente, sino que es la vestimenta que nos debe acompañar durante toda la vida.
El camino al emprendimiento no existe por arte de magia o por la imaginación de potenciales clientes, la forma de financiación. El camino a emprender es un acto personal que se va viviendo día a día; donde la innovación personal surge a partir de planificar la vida, plantearse nuevos retos o metas, y desde esa base escribir un plan de negocios que avale la primera idea de negocio o proyecto.
En aras de que los jóvenes tengan autoconocimiento es que he iniciado un proyecto llamado Big Hugs, el cual está encaminado a capacitar en el manejo de las emociones, generar identidad con el entorno y potenciar la innovación e investigación generadora de cambios reales.
Desde esa experiencia sigo proponiendo a los jóvenes emprender, en especial a las mujeres, ya que al crear un nuevo modo de vida las llevará a creer en sí mismas y crear un nuevo ambiente para hijos e hijas; no dejando de insistir en la generación de emprendimiento social que busque el desarrollo personal, familiar, comunitario y de país.
En este marco es que existe la iniciativa AGROMOTIVA, que es una aplicación móvil para promoción de productos agrícolas, brindando una forma tecnológica de aportar al sector primario de la economía; además, como eje transversal promueve los huertos y viveros beneficiando al medio ambiente.
Emprender implica fomentar en los jóvenes salvadoreños la participación en distintas organizaciones y redes de trabajo, fomentando el liderazgo a fin de promover el desarrollo sostenible de su entorno. Toda una filosofía de vida, activando el liderazgo y la participación juvenil para promover el trabajo intergeneracional y no sexista.
La trascendencia que tanto anhelamos los humanos solo la podemos conseguir en función de ayudar a otros. Cuando se ayuda a nuestros congéneres crecemos; por eso, nuestras acciones deben llevar ese componente social, solo en esta última línea lograremos no solo trascender, sino hacer crecer a nuestro país.
En El Salvador, la actuación de las personas va en dos líneas: por un lado, las que no hacen nada o que esperan que algo suceda, pero sin hacer nada, viviendo una vida muy “cómoda”; mientras que, por otro lado, hay personas que ven oportunidades y las aprovechan. Estos últimos están convencidos de que generar cambios es tarea de todos y todas. La pregunta es para ti, ¿cuál es tú actuación?
La decisión está en tus manos, ya sea que viajes, aprendas un oficio, estudies una carrera universitaria, formes una familia, pongas un negocio que trascienda a una empresa, que sea con el objetivo de emprender en pro de la sociedad; y para esto, no hay diferencia de edad, género, lugar de origen o religión. Solo es cuestión de actuar.
De tal manera que emprender es conocerse, educarse, reformarse, gestionar y buscar apoyos, formar redes de jóvenes con un horizonte común; esas acciones complejas te permitirán a ti joven, vivir, haciendo crecer nuestro país y dejando un legado a las futuras generaciones.