VIENDO PORNOGRAFÍA?
¿QUÉ HAGO SI DESCUBRO A MI HIJO MENOR
Diversos estudios aseguran que ver pornografía puede causar daños en las relaciones emocionales de las personas. Pero, ¿qué pueden hacer los padres? Una especialista responde.
Sin duda este tema es algo que le ha ocurrido a muchos padres y junto a ello muchas dudas se dejan a la luz. Al preguntar a la psicóloga y directora del Centro PE y DE, Alejandra Rivera, sobre qué hacer si se descubre a un hijo menor viendo pornografía, ella responde que las acciones dependerán de la edad.
“Siempre conviene hablar con el hijo sin perder la tranquilidad, sin crear alarma ni un estado catastrófico. Si es niño, indicar lo malo que es, restringir acceso a contenidos, vigilancia y hacerle saber que mamá y papá estarán atentos. Si es un adolescente, las explicaciones deben ser sencillas de entender del porqué no debe ver pornografía, el mal que causa, así como la explicación del acto sexual, y que lo que ve no corresponde con la realidad, y por supuesto la restricción que tendrá para ver contenidos”, expresó Rivera.
Asimismo, compartió que como padres se debe proteger a los hijos de todo aquello nocivo a lo que están expuestos a un solo clic, contenidos que claramente son perjudiciales, pero no solo con restricción, sino también con educación.
Según la revista Challies, en 2016, se vieron 4,600 millones de horas de pornografía en solamente un sitio web (el más grande del mundo), lo que se deriva a 524,000 años viendo pornografía. Además, expone que el niño promedio ha sido expuesto a contenido pornográfico sexualmente explícito a la edad de 11 años a través de internet.
Pero, ¿es realmente malo para su salud mental? La psicóloga responde que sí. “Los niños y adolescentes se encuentran por etapas en su desarrollo físico y psíquico, de modo que entre más temprana edad haya exposición de contenido pornográfico, es mayor la afectación. Hay estudios que plantean que pueden producirse nuevas conexiones neurológicas que facilitan la retención de las conductas vistas”, explicó Rivera. Algunos efectos adversos, según la especialista, pueden ser: alteraciones en la conducta; aislamiento social o dificultad en las relaciones interpersonales; distorsión de la realidad; imagen instrumentalizada de la mujer; cambio de hábitos emocionales; puede crear adicción; las imágenes quedan grabadas en el pensamiento y en los niños más pequeños crea ansiedad y angustia; alteración en el estado de ánimo; en niños más pequeños puede causar un efecto traumático e incidir en su personalidad; además sin llegar a la adultez puede influir en su conducta sexual.
EDUCAR SOBRE SEXUALIDAD
Muchos padres se preguntan sobre cómo educar sobre sexualidad, sin hacerlo sin tabú. La psicóloga Rivera expresa: “Si son niños el espacio de diálogo sobre el tema no es el apropiado, dado que ni mentalmente ni emocionalmente están en capacidad de asimilarlo, pero sí podemos auxiliarnos con formas creativas como cuentos que educan a los niños en el conocimiento de su cuerpo. Si se trata de un adolescente, de hacerse sin crear alarma, abordándolo con tranquilidad, hablar sobre el acto sexual que lleva implícito emociones y no una mera satisfacción propia ni instrumentalización de la mujer”. Además, la especialista añade que los padres deben controlar el uso de internet a sus hijos. “La tecnología no arregla el problema por sí sola, quiero decir, que el acceso de los dispositivos debe ser restringido, delimitado en tiempo y supervisado por los padres”, dijo. Además, Rivera aconseja a los padres: “Sé que puede causar una gran impresión, pero también debemos saber que lamentablemente en la red hay mucho contenido nocivo y nuestros hijos están a tan solo un clic de ellos, y esa realidad no la podemos cambiar, pero sí podemos tomar una postura proactiva, en primera línea con la educación, después con el control y la restricción de los dispositivos”.