Amplían capital para bancos que se queden sin efectivo
El BCR duplicó su línea de crédito con el BCIE. Este monto se utilizaría en el caso que a los bancos se les acabe el dinero en efectivo.
El Banco Central de Reserva (BCR) puede prestar hasta $200 millones para financiar necesidades temporales de liquidez del sistema financiero. Es decir, en caso que un banco se quede sin dinero en efectivo. Esto no ha pasado recientemente en El Salvador, pero podría pasar en caso que se dé una crisis económica. Desde 2012, el BCR firmó con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para una línea de crédito de $100 millones y utilizarlos como prestamista de última instancia, es decir, la última institución para acudir en caso que no haya efectivo. Ayer ambos firmaron un contrato para expandir esa línea por $100 millones más.
La línea de crédito nunca ha sido utilizada, pero existe como un respaldo al país, especialmente importante porque El Salvador no puede emitir moneda, ya que la economía está dolarizada, explicó Óscar Cabrera, presidente del BCR.
“El Banco Central está previendo cualquier burbuja financiera y se ha diseñado un sistema de liquidez, la primera barrera de contención es la liquidez propia de las instituciones bancarias, la segunda son las reservas de liquidez (...) y luego viene la función de prestamista de última instancia”, dijo.
Recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó crear una reserva de liquidez que sería otro mecanismo de respaldo en caso no haya efectivo. El superintendente del Sistema Financiero, Ricardo Perdomo, dice que no es necesario ya que los bancos tienen excedentes de liquidez.
Cabrera opinó que es cierto que hay suficiente efectivo, pero puede haber un momento en el futuro en que la situación sea de más riesgo. Agregó que siguen conversando con la industria bancaria sobre la creación del fondo de liquidez.
“El Banco Central y el Fondo Monetario no solo pensamos en este ciclo expansivo de liquidez, sino que estamos pensando también en un ciclo recesivo de liquidez, entonces es en las fases de abundancia en las que tenemos que recolectar para momentos de bajo crecimiento económico, de una caída de la liquidez y de acceso a financiamiento externo”, aseveró.
El país ha visto crecer la liquidez en un 10 %, medida con las monedas, billetes y depósitos, a causa del flujo de remesas que los salvadoreños envían de Estados Unidos. El año pasado estos envíos aumentaron como respuesta a la política migratoria.
Por otra parte, Cabrera opinó que los incrementos en las tasas de interés de la Reserva Federal (Fed) no son un riesgo fuerte para El Salvador, porque los bancos se fondean en 84 % con depósitos internos.