LOS PIRINEOS DE CERRO EL PILÓN
En un viaje anterior, al preguntar cuál era el nombre de aquel cerro donde los cafetales y la bruma lo envuelven por completo, supe del cerro El Pilón del municipio de Juayúa. Un sitio que pareciera tener su propio ecosistema y que la cima permanece escon
El Pilón se yergue a un costado de la carretera que atraviesa a Los Naranjos, líneas y líneas de cafetales de las mejores clases lo habitan. Desde esta distancia no pude divisar asentamientos humanos. Desde el ascenso por el municipio de Juayúa, Sonsonate, el cerro pareciera estar en constante movimiento, apareciendo y desapareciendo una y otra vez del panorama cubierto por la neblina que por momentos se convierten en densas nubes.
En medio de estos caminos con oleadas de neblina llegué a Los Pirineos, una casa de montaña ubicada en el corazón de este impresionante gigante verde.
En su interior abrigo, se encuentra equipada para que no haga falta nada de lo que dejaste en la ciudad y puedas concentrarte en la experiencia de un fin de semana entre cafetales.
VUELO SOBRE LOS CAFETALES DEL CERRO EL PILÓN
Define relajación, para mí aquel fin de semana fue ser testigo del paso de la neblina que conquista todo a su paso. Y al elevarme la experiencia cobró un sentido más extenso, al percatarme de los caminos del café que coexisten con la construcción.
Giré a la derecha y el blanco cubría todo al elevarme tan solo unos centímetros, el blanco se esforzaba por ocultar los secretos y paisajes de su cerro.
A la izquierda el laberinto de cafetales me sorprendió, a esta altura parecían escaleras que conducían precisamente hasta convertirse en parte del cielo.
El Pilón se eleva 1,600 metros sobre el nivel del mar y aunque se encuentra en Sonsonate por momentos la temperatura se mantiene alrededor de los 20 grados y en días fríos como aquel bajó hasta los 10.
Al final dejé de tratar de seguir descubriendo, la neblina se empeñó en cubrir de blanco todos los misterios de aquel cerro. Y entendí que de eso se trataba: dejar de buscar y más bien experimentar el flujo ritmo de la vida desde un lugar misterioso, al que pocas veces se podrá ver al descubierto, algo que le da un encanto particular.
Lo vi todo desde una casa ubicada entre cafetales que regala paz y brinda descanso para aquellos que se atreven a descubrir los secretos de la vida que circula en el cerro El Pilón.