Un lenguaje común llamado El Salvador
La vida universitaria me regaló muchas experiencias, me enseñó lo más importante: simplemente hay tantas cosas de las que uno no sabe, que la oportunidad de aprender de todos, todos los días no te la puedes perder.
El momento de coronar mi carrera llegó más rápido de lo que pensé. Sentirte ahí, a punto de ser llamado “licenciado”, con un futuro por delante y con muy poca experiencia es, sin duda, una de las emociones más grandes que un joven puede sentir. Sin duda, la vida y la historia te van permitiendo vivir momentos en los que sentís que cada vez estás más cerca de lograr lo que quieres, que las cosas no se ven tan imposibles o lejanas como al principio y, lo más importante es que, como lo escuché en una película: uno no logra lo que sueña, uno logra lo que trabaja.
Diez años después, cuando vuelves a ver que el camino ha sido “corto” pero “largo” a la vez, cuando te das cuenta de que en un flash has tenido la bendición de ser parte de la formación de más de 600 jóvenes estudiantes universitarios y, lo más importante, te puedes dar el lujo de tener la bendición de despertarte todos los días, amar tu trabajo y dedicarte a las dos cosas que te apasionan en la vida: la comunicación y la docencia, sin duda te sientes con la enorme responsabilidad de compartir un poco de lo que has visto y conocido estos años y sembrar una semilla –talvez pequeña, talvez grande– en vos que me estás leyendo hoy. Semilla que, a mi juicio, te la quiero resumir en una frase: tú eres el principal protagonista de tu historia, ¡créetela!
En mi trabajo, JOVEN360 (un emprendimiento social donde impactamos todos los días en la empleabilidad de miles de jóvenes a nivel regional), he tenido la oportunidad de conocer una gran cantidad de historias de jóvenes que no solo han buscado desarrollarse y salir adelante, sino que son grandes referentes de lo que hacen y vivos ejemplos de que la convicción, el amor y, sobre todo, la pasión por lo que haces, ha sido el principal motor de sus vidas.
Los jóvenes del país que viene nos encontramos en un momento crucial en la historia, particularmente en la era de la historia de la humanidad donde más cambios está viviendo el individuo. Y esa decisión llega a ti, ¡hoy! Tú y yo tenemos la decisión de vivir quejándonos de lo que sucede, de nuestra vida y de nuestra historia o hacer de ella una que marque la diferencia, que inspire a otros, que marque un cambio.
Somos los principales responsables del país que queremos, del entorno que queremos. Tú, sin duda, al igual que todos, tienes una misión importante, esa misión pasa por tu vocación y por tu sueño, no hay excusas para no trabajar por él, tú eres el principal protagonista de tu historia.
¿Se puede? Por supuesto que sí, sin duda creértelo y hacerlo depende solo de ti, te puedo asegurar que si todos nos dedicáramos a luchar por las cosas que queremos y en el camino animar a los demás, crearíamos una comunidad distinta, un grupo de hablantes con un lenguaje común que se llama El Salvador.