Iván Duque y el reto de no ser visto como la marioneta de Uribe
Con Duque también corre peligro el acuerdo de paz con las FARC, que tanto celebró Santos.
Talvez el principal reto que tiene Iván Duque no es ser el primero en las elecciones presidenciales del domingo en Colombia, posición en la que lo ubican todas las encuestas, sino lograr ser visto como un eventual jefe de Estado que no tenga otro jefe detrás.
Para muchos políticos y personas del común, Duque es una marioneta del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), el máximo líder del partido de derecha radical Centro Democrático, quien impulsó desde el año pasado la candidatura del abogado bogotano, de 41 años.
Aunque hasta hace pocos meses era desconocido para la mayoría del país, Duque empezó a ascender cuando ganó el respaldo de Uribe en la competencia por un sector de la derecha para presentar una candidatura presidencial.
“Será una Presidencia en cuerpo ajeno (...) El poder real en Colombia se trasladaría de la Presidencia al Senado”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes, Rodrigo Lara.
Iván Duque Escobar nació el 1.º de agosto de 1976 y recibió el título de abogado de la Universidad Sergio Arboleda, tras lo cual hizo sendos máster en Derecho Económico en la American University y en Gerencia de Políticas Públicas en la Georgetown University.
Su vida laboral empezó en 1999 como consultor en la Corporación Andina de Fomento (CAF) y siguió como asesor en el Ministerio de Hacienda durante el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002). Luego fue consejero del Banco Interamericano de Desarrollo para Colombia, Perú y Ecuador.
La única actividad política que ha cumplido hasta ahora, además de su candidatura presidencial, la ejerció desde 2014 hasta comienzos de este año como senador del Centro Democrático. Otros candidatos han dicho que es un “pollo”, por joven y sin experiencia.
“Hay que obrar con prudencia, los que aspiramos a la Presidencia tenemos que ser responsables con el país”.