Embarazo sin malaria, el objetivo es prevenir
más prevalente en el continente africano y el responsable de la mayoría de las muertes provocadas por el paludismo en todo el mundo. Por su parte, el Plasmodium vivax es el parásito responsable del paludismo dominante en la mayoría de los países fuera de África subsahariana.
Además, la OMS señala que algunos grupos de población corren un riesgo considerablemente más elevado que otros de contraer la enfermedad y presentar manifestaciones graves, entre ellos están los lactantes, los niños menores de cinco años, los pacientes con Vih/sida y las embarazadas.
Del mismo modo, Raquel González, investigadora de Isglobal, centro impulsado por la Fundación La Caixa, manifiesta que las mujeres embarazadas son más susceptibles a la infección por Plasmodium, no solo por el Plasmodium falciparum, sino también por otras especies del parásito malárico. La doctora expresa que no se conocen exactamente los mecanismos que hacen que aunque existen
La primera de ellas tiene que ver con la placenta. “Se sabe que los parásitos se acumulan en los espacios intervellosos de la placenta y eso hace que, a la larga, la función de desarrollo del feto que facilita la placenta se vea comprometida. Esto puede provocar retraso en el crecimiento, bajo peso al nacer, distintas esto ocurra, varias hipótesis. complicaciones en el embarazo e incluso abortos. Otra hipótesis es que durante el embarazo se produce una disminución de las defensas para que no haya un rechazo del feto y hace a la madre más vulnerable”, apunta. “También hay un estudio que indica que las embarazadas pueden atraer más las picaduras de los mosquitos que las que no lo están”, agrega.
Según datos de la OMS, cada año en África subsahariana se quedan embarazadas unos 52 millones de mujeres, que corren el riesgo de verse expuestas al Plasmodium falciparum, el parásito palúdico más mortal y más prevalente en el continente africano.
Esta entidad subraya que el tratamiento profiláctico intermitente en el embarazo (IPTP, por sus siglas en inglés) puede evitar la muerte de las madres y de los lactantes, la anemia y otros efectos adversos del paludismo en el embarazo.
La OMS recomienda dicho tratamiento preventivo a aquellas mujeres que vivan en zonas con una transmisión estable de paludismo.
“Consiste en la administración de varios comprimidos de un fármaco antipalúdico que es la sulfadoxina-pirimetamina. Según la OMS, se tiene que administrar a partir del segundo trimestre del embarazo en cada visita prenatal con un intervalo de un mes entre cada dosis. Durante el primer trimestre, las mujeres no lo pueden tomar”, aclara.