Juventud, participación ciudadana e incidencia política
Desde muy temprana edad he sido muy inquieto, me gusta el fútbol, el ajedrez, leer, servir a los demás y aprender cosas nuevas. Estudio Mercadeo y Derecho. Me gradué de chef. Sé hablar inglés y lo básico de italiano. Tengo la filosofía de que los problemas no son más que oportunidades para dar lo mejor de uno mismo.
Desde hace 7 años, participo activamente en asociaciones juveniles y esa experiencia me ha servido para ser presidente y directivo de Votajoven, Mejorando Mi País y Red de Juventudes Salvadoreñas en el Exterior (REJUES). Siempre he promovido proyectos en jóvenes, para que estos no solo sean espectadores, sino más bien participen de los cambios que quieren ver en su país. Que más allá de criticar y quejarse, se conviertan en agentes de cambio que influyen positivamente en su entorno. Sin importar el tema de su interés, proponer soluciones y trabajar en conjunto para que estas se conviertan en una realidad.
Hoy en día existe una gran necesidad de generar espacios de entendimiento, diálogo y acuerdos. Trabajar de manera aislada y fragmentada no produce las conversaciones y debates constructivos que se necesitan para generar propuestas que beneficien a la sociedad. Cuando se abren espacios de diálogo y debate propositivo, se generan acuerdos, entendimientos, se reúnen diferentes puntos de vista que pueden servir como materia prima de grandes soluciones para los problemas que nos afectan día a día.
Soy fiel creyente de la libertad y el respeto; tanto de ideas, como de preferencias, diferencias, simpatías, afinidades, similitudes y creencias. También creo en el respeto de ideologías políticas, que el pensar diferente no tiene que hacernos olvidar que todos somos hermanos salvadoreños, que lo único que queremos es lo mejor para el país y para su gente. Por lo que la madurez política, el diálogo, la participación ciudadana y el entendimiento son indispensables en nuestro país.
Tengo mucha fe en que El Salvador superará la polarización, la inseguridad y logrará esa paz tan anhelada; en que, con el esfuerzo de todos los que queremos un mejor país, se puede lograr, dejando atrás las diferencias y recordando que somos hermanos con los mismos deseos e intereses. No debemos dejarnos separar, porque unidos podemos lograr todo lo que nos propongamos.
La participación ciudadana es muy importante en este proceso, es indispensable para la construcción de una sociedad democrática, es una forma efectiva de incidir en la toma de decisiones y un mecanismo para fortalecer la transparencia, pero debe ser activa, crítica y propositiva.
La juventud es la opción para renovar y transformar El Salvador. Tenemos la fuerza, voluntad y capacidad para cambiar la realidad de nuestro país. Somos la fuerza productiva más grande; en nuestras manos está aportar a la construcción de una nación justa, solidaria y equitativa.
La clave para incidir en los cambios que necesita el país es que la juventud participe de forma organizada, con criterio propio, con propuestas claras y vocación de servicio. Si asumimos la responsabilidad, empezamos a actuar y nos convertimos en agentes de cambio nuestro país puede lograr grandes cosas; pero si no lo hacemos, estamos condenados a ser simples espectadores de las decisiones que otros tomen.