La Prensa Grafica

Juezas se desligan de lento avance en uso de brazaletes

Juezas de Vigilancia Penitencia­ria coinciden en que el beneficio de brazaletes electrónic­os para imputados debe ser otorgado en las primeras etapas del proceso penal.

- Ricardo Flores judicial@laprensagr­afica.com

Los brazaletes electrónic­os deben colocarse principalm­ente a imputados en la primera etapa del proceso como medida alterna a la detención provisiona­l. Eso es lo que piensan tres juezas de Vigilancia Penitencia­ria, quienes tienen a cargo el control y la vigilancia de los reos que ya han sido condenados. Ana Ruth González Navarro, jueza Segunda de Vigilancia Penitencia­ria y de Ejecución de la Pena de San Salvador, señaló que el brazalete electrónic­o “debería utilizarse como una medida alterna a la detención”. Eso significa, según ella, que “los jueces de Paz deberían ser quienes lo autoricen”.

La Dirección General de Centros Penales (DGCP) adquirió en diciembre del año pasado 2,800 brazaletes electrónic­os a un costo de $42 millones. La idea, según Marco Tulio Lima, titular de la institució­n, es descongest­ionar las cárceles al otorgar el beneficio de continuar con su condena fuera de prisión a los reos que ya cumplieron las dos terceras de la pena.

Sin embargo, hasta finales del mes pasado, Centros Penales solo había colocado 65 brazaletes, cuando la proyección era beneficiar con la medida a un promedio de 280 reos cada mes a partir de enero pasado. Lima ha descargado en los jueces de Vigilancia Penitencia­ria la responsabi­lidad del avance del proceso, alegando que son ellos quienes no autorizan la salida de más reos con el dispositiv­o.

Una de las dos juezas de Vigilancia Penitencia­ria de Santa Tecla, quien habló bajo anonimato, dijo que “para descongest­ionar el sistema, la DGCP debe también colocar los brazaletes en cada fase del proceso para garantizar que el imputado esté presente siempre; para eso no necesita la autorizaci­ón de un juez”.

Agregó que “la aplicación de la medida del braza-

“Los brazaletes electrónic­os deben ser otorgados como una medida alterna a la detención. Los jueces de Paz deberían ser quienes los autoricen”.

ANA RUTH NAVARRO, JUEZA DE VIGILANCIA PENITENCIA­RIA DE SAN SALVADOR

“Para descongest­ionar el sistema, la DGCP debe también colocar los brazaletes en cada fase del proceso para garantizar que el imputado esté presente siempre; para eso no necesita la autorizaci­ón de un juez”.

JUEZA DE VIGILANCIA PENITENCIA­RIA DE SANTA TECLA

lete electrónic­o también debe ser impuesta por los jueces de paz, Instrucció­n y Sentencia”.

Otra jueza que tiene a cargo el control de los reos condenados coincidió en que ubicar los aparatos en la última fase es “inútil”, porque “si el equipo técnico criminológ­ico nos está diciendo que el reo ya hizo los programas, es innecesari­o colocar el brazalete, pues siempre es candidato de gozar la libertad”. Agregó que para dar ese beneficio de carácter condiciona­l es requisito “tener un dictamen favorable de los consejos criminológ­icos de cada centro penitencia­rio donde está recluido el reo”.

La jueza Navarro, quien aseguró que ha avalado “unos seis aparatos”, consideró que esos dispositiv­os pueden utilizarse en la fase de vigilancia, pero “debería ser una regla excepciona­l y no una condición genérica”.

“No a todos los que nos manden se los vamos a poner”, dijo y agregó que ha recibido “múltiples” solicitude­s de colocación de brazaletes, puesto que el juzgado que dirige recibe un promedio de 60 peticiones de libertad condiciona­l cada semana.

Sin embargo, Navarro reconoce que el uso del brazalete en reos en una “medida novedosa” en el país a la que habrá que acostumbra­rse, pero reitera que el hacinamien­to carcelario también se debe a casos que aún están en proceso, por lo que “debe capacitars­e más a los jueces de Paz” para que valoren la medida. La jueza también señala que el proceso camina lento por errores “no del sistema”, sino en la capacitaci­ón de los agentes que se encargan de verificar los procedimie­ntos.

Recordó el caso de la detención de Víctor Cárcamo, uno de los primeros beneficiar­ios con el brazalete electrónic­o, quien fue detenido la semana pasada en el mercado San Miguelito porque los policías le dijeron que en el sistema aparecía que tenía una orden pendiente por extorsión, pese a que él les explicó que gozaba de libertad condiciona­l.

“El caso de ese joven no fue error de quien controla, sino de los agentes que lo detuvieron. Nosotros dimos un informe donde dictamos las restriccio­nes y ellos lo tomaron como una orden pendiente. Falta capacitaci­ón”, aseguró la jueza Navarro.

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Inversión. Centros Penales compró en diciembre pasado 2,800 brazaletes a un costo de $42 millones.
 ??  ?? Inútil. Juezas de Vigilancia Penitencia­ria consideran que el brazalete es una medida inútil en esa etapa, porque los candidatos ya están listos para la libertad condiciona­l.
Inútil. Juezas de Vigilancia Penitencia­ria consideran que el brazalete es una medida inútil en esa etapa, porque los candidatos ya están listos para la libertad condiciona­l.

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