Nicaragüenses piden a OEA que condene la “dictadura”
Piden que en la Asamblea General aborden crisis de Nicaragua, que ha causado 108 muertos.
Un centenar de nicaragüenses se manifestó ayer frente a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), para pedir al organismo que condene la “dictadura genocida” del presidente Daniel Ortega, protagonista de una crisis que ha provocado al menos 108 muertos.
Los nicaragüenses se concentraron frente a la sede de la OEA, en Washington, Estados Unidos, con los colores azul y blanco de su bandera y con una gran pancarta con el mensaje: “Daniel Ortega, tus crímenes no quedarán impunes”.
El objetivo de los manifestantes, según dijo a Efe la coordinadora nacional del opositor Frente Amplio por la Democracia (FAD), Violeta Granera, es pedir al secretario general, Luis Almagro, que preste la “debida atención” a Nicaragua, de la misma forma que ha hecho con la crisis venezolana.
“No aceptamos que se hable solo de que hay dictadura en Venezuela y Cuba. Nicaragua es una dictadura desde hace 11 años que se ha perpetuado en el poder mediante fraudes electorales, pero que ya se ha convertido en una dictadura genocida con esas cardenal Leopoldo Brenes, a toda la Conferencia Episcopal de Nicaragua y a todas las familias nicaragüenses, nuestra confianza en el diálogo nacional”, aseguró el Ejecutivo.
El comunicado, firmado por el presidente, Daniel Ortega; y la vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo, aseguró que esta es la única vía para “retomar la paz y el bien común en Nicaragua”, un país en el que hoy se cumplen 48 días de una crisis, la más sangrienta desde la década de 1980, que ha dejado al menos 108 muertos y cerca de un millar de heridos.
La pareja presidencial, que lamentó el deceso del cardenal emérito este domingo a los 92 años y decretó tres días de duelo nacional, confirmó su “absoluta disposición de continuar trabajando por el diálogo, la justicia, la democracia y la paz”.
El diálogo nacional entre el Gobierno y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia –que aglutina al sector privado, sociedad civil, estudiantes y campesinos–, está congelado a la espera de su anunciada reactivación con temas importantes sobre la mesa masacres de los últimos días”, afirmó Granera.
Desde el 18 de abril, Nicaragua vive su crisis más sangrienta desde los años ochenta con al menos 108 muertos y cerca de un millar de heridos, según el Centro de Derechos Humanos.
Las protestas contra Ortega y contra su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del presidente, después de 11 años en el poder, con acusaciones de abuso de poder y corrupción.
La violencia se ha intensificado en los últimos días y solo en la “Madre de todas las marchas”, celebrada el 30 de mayo, hubo 15 muertos y 199 heridos, según cifras del Gobierno. La crisis de Nicaragua no figura en el temario de la Asamblea General de la OEA.
“La Iglesia está por el diálogo, pero este requiere de un compromiso activo por respetar la vida y la libertad”. PAPA FRANCISCO
TRAS LA MUERTE DEL CARDENAL EMÉRITO MIGUEL OBANDO Y BRAVO Y PARA SEGUIR SU LEGADO, EL GOBIERNO DE NICARAGUA ASEGURÓ TENER VOLUNTAD DE CONTINUAR APOSTANDO POR EL DIÁLOGO NACIONAL PARA RETOMAR LA PAZ.
“No aceptamos que se hable solo de que hay dictadura en Venezuela y Cuba. Nicaragua es una dictadura desde hace 11 años”. VIOLETA GRANERA, COORDINADORA DE FAD
como la democratización del país o la desinstalación de los bloqueos en las carreteras.
La violencia en ese país no para. De hecho, el fin de semana hubo un enfrentamiento entre policías y fuerzas de choque del Gobierno contra manifestantes, en el centro de la ciudad de Masaya, el cual dejó un saldo de cinco personas fallecidas, según confirmó la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).
Masaya es escenario de enfrentamientos entre pobladores atrincherados y fuerzas parapoliciales que acompañan a los antimotines. Las barricas levantadas en la ciudad buscan evitar más saqueos que en las últimas semanas han diezmado el comercio.