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Arriba, los tres agentes policiales los acomodaron en las seis sillas ubicadas afuera del Juzgado Quinto de Paz.
Allí, flashes de cámaras, celulares y micrófonos se encimaron contra los imputados. “Señor Miguel (‘Mecafé’) Meléndez, lo acusan de estar al frente de la supuesta red de corrupción del expresidente Funes”. “No voy a responder, que sea la justicia la que haga valer”, dijo “Mecafé” con un leve gesto de incomodidad ante las preguntas de los reporteros. Cuando faltaban cinco minutos para las 4 de la tarde, casi cuando estaba por cerrar el juzgado, tres fiscales llegaron con varios documentos en brazos a presentar la acusación. Más tarde, un furgón cargado con unas 50 cajas repletas de documentos ingresó a los tribunales.
“Es parte de la prueba para demostrar el millonario desvío de fondos públicos”, dijo una de las fiscales mientras coordinaba el ingreso de la evidencia al juzgado. Un juez de Paz, que terminaba labores, se paró frente a uno de los colaboradores que descargaban las cajas y dijo: “A todo malacate se le llega su hora. Pasen feliz fin de semana”, al tiempo que saludaba con la mano derecha en alto. A unos metros, un agente policial acomodaba las esposas a “Mecafé” y a otro de los detenidos le daban agua en la boca. Eran las 4:35 de la tarde.
La intimación de los imputados (información sobre los delitos por los que son acusados) inició a las 5:27 de la tarde, cuando ingresó al juzgado Rigoberto Palacios, exjefe de contadores en la Presidencia, quien es otro de los seis detenidos. Trece minutos después entró “Mecafé” y luego, uno a uno, el resto de los detenidos. La tardanza, según colaboradores del juzgado, se debió a que debían enumerar todas las páginas que presentó la fiscalía en las cajas. Al final, el juez programó la audiencia inicial para mañana domingo a las 9 de la mañana. Las fiscales del caso no quisieron dar declaraciones al puñado de periodistas que las siguieron hasta el estacionamiento del tribunal. Manuel Chacón, defensor de “Mecafé”, confirmó que su defendido fue acusado únicamente por el delito de lavado de dinero. Afuera, el furgón partió de regreso sin las cajas. “Estoy tranquilo. Todo se lo dejo a Dios. Vamos con todo, en primera y hasta el fondo en esto”, dijo “Mecafé” tras ser notificado de los cargos.