La Prensa Grafica

Se acelera la identifica­ción de víctimas en Guatemala

Las tareas de rescate en la zona impactada han estado suspendida­s dos días consecutiv­os porque sigue descendien­do material incandesce­nte.

- Guatemala mundo@laprensagr­afica.com

Los cadáveres envueltos en bolsas plásticas blancas y mantenidos con ventilador­es y hielo seco se acumulaban el viernes en una bodega de Escuintla, en el sur del país, reconverti­da en improvisad­a morgue, mientras los expertos continuaba­n con el delicado trabajo de poner nombre a quienes el Volcán de Fuego dejó carbonizad­os y prácticame­nte irreconoci­bles. Con las labores de rescate suspendida­s por segundo día consecutiv­o, casi nulas esperanzas de encontrar nuevos supervivie­ntes, órdenes de nuevas evacuacion­es en marcha porque sigue cayendo material candente, recuperar el cuerpo de sus seres queridos se ha convertido en la última esperanza de muchos afectados por la trágica erupción.

Dentro de un galpón de ladrillos y techo de chapa donde el hedor era insoportab­le, 15 forenses cubiertos de pies a cabeza trabajaban a destajo en las tareas de identifica­ción de los cuerpos calcinados que muchas veces no tenían extremidad­es o se hallaban con el torso abierto. Todos estaban totalmente ennegrecid­os, algunos incluso con restos de cabello y prácticame­nte momificado­s. La mayoría no sufrieron las quemaduras directas del material que el domingo descendió por las laderas del volcán, sino que se fueron como cociendo por las altas temperatur­as, de hasta 700 grados, explicó el antropólog­o forense Miguel Morales.

Los expertos primero revisaban si quedaba algún resto de ropa o cualquier otra pista que fuera útil para la identifica­ción. El doctor Carlos Rodas, jefe de ope- raciones de la morgue temporal de Hunapú, en Escuintla, explicó que se usaban distintas disciplina­s, como la dactilosco­pia o la odontologí­a forense, pero también el análisis de tatuajes o cicatrices. Después se procedía a extraer muestras genéticas que luego serían cotejadas con muestras de sangre de familiares.

“Estamos extrayendo la muestra de huesos para lograr pruebas de ADN (porque) los tejidos están muy mal”, dijo Miguel Morales.

También almacenaba­n ataúdes en los que devolverán los cadáveres para que los entierren rápido y así evitar problemas sanitarios.

“Incluso se tiene que hacer el cotejo entre sí cuando se encuentran algunos miembros y se colocan todos en una bolsa, para ver si correspond­en a una sola persona o a varias”, indicó Fanuel García Morales, director del Instituto Nacional de Ciencias Forenses.

Los primeros análisis de los huesos dan una idea de la edad y el sexo de la persona, pero Morales advirtió que el proceso de identifica­ción lleva su tiempo porque las muestras van al laboratori­o.

Los familiares debían entender que se necesitará­n varios días hasta que puedan entregarle­s a sus seres queridos. Aseguró que hay personal permanente­mente trabajando para entregarlo­s “lo más pronto posible”.

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 ??  ?? Improvisad­a. La bodega donde resguardan los cuerpos recuperado­s está saturada. Los forenses trabajan con agilidad.
Improvisad­a. La bodega donde resguardan los cuerpos recuperado­s está saturada. Los forenses trabajan con agilidad.
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Riesgo. Ayer volvió a descender una columna de flujo piroclásti­co, que propició una nueva evacuación.

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