Un circuito para personas con discapacidad del que nadie responde
Modificar la infraestructura es una necesidad para la movilización de las personas con discapacidad, igualmente que regular el transporte, paradas adecuadas, sistemas de señalización, entre otros.
ESTACIONES DE BUSES PARA EL TRANSPORTE PÚBLICO ESTÁN AUTORIZADAS EN EL ÁREA METROPOLITANA DE SAN SALVADOR.
Parado en una estación de buses en la zona de Metrocentro, Ramón Vásquez espera a que una persona le indique cuando el semáforo se ha puesto en rojo para poder atravesar la calle. Es ciego y debe llegar a sus clases en la Universidad de El Salvador: “En algunas ocasiones –dice– hay personas que me ayudan a cruzar la calle, pero no es siempre; igual solo necesito que me indiquen cómo está el semáforo”.
La estación está todos los días repleta y bajar de la unidad de transporte puede ser un caos; para su fortuna, explica, la gente ha madurado mucho y la mayoría de veces le ceden el paso.
Lo que sí lamenta es que no haya las condiciones idóneas para una fácil movilización de las personas con discapacidad.
¿Quién garantiza el libre y adecuado movimiento de ellos en la vía pública? La Ley de Equiparación de Oportunidades para las Personas con Discapacidad obliga a que personas con diferentes discapacidades tengan libre acceso a todos los lugares públicos o privados donde se diviertan, estudien o trabajen, una situación que ha sido permanentemente denunciada por diferentes gremiales, porque no se cumple con las obligaciones que debe cumplir el Estado.
“Para esto ya se tendría que hacer una reforma de ley, que compete a la Asamblea Legislativa”, responde Gaspar Portillo, director de Transporte del VMT, al responder acerca de la creación de un circuito especial de transporte colectivo para personas con discapacidad. Según el funcionario, ellos podrían señalizar el circuito, autorizar las unidades, rutas y horarios, pero no les compete la construcción.
Carlos Reyes, diputado de ARENA y miembro de la comisión de transporte de la Asamblea Legislativa, admite que se debe hacer modificaciones a la ley y se extiende al decir que es necesaria una nueva Ley de Transporte en el país.
Sin embargo, en el punto de las personas con discapacidad aclara que se hicieron modificaciones para que el 25 % de las unidades nuevas que los transportistas adquieran tenga el sistema de trenes para ascenso y descenso adecuado.
“El problema es que los señores entienden por discapacidad solo a los que se movilizan en sillas de ruedas y no se acuerdan de los ciegos, de los sordos, para todos debe de haber medidas adecuadas”, dice William Cáceres, presidente de FECOATRANS.
El transportista agrega que también requieren servicio especial aquellas personas que van a una qui-