124 TONELADAS DE COCAÍNA INCAUTADAS EN CENTROAMÉRICA
El último informe de la ONU sobre consumo y tráfico de drogas confirma a la región como un paso clave de cocaína hacia EUA. Advierte sobre terrorismo por una mayor producción de droga.
Las autoridades antinarcóticos de la región centroamericana decomisaron unas 124 toneladas de cocaína durante 2016, según el Informe Mundial sobre Drogas 2018 de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, en inglés). Esa incautación, de acuerdo con el estudio, representa el 11 % de las 1,129 toneladas de cocaína decomisadas a escala mundial. Un porcentaje que confirma a Centroamérica como una región importante en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos (EUA), pese a estimaciones anteriores que hablaban de un desplazamiento de los narcotraficantes mexicanos y colombianos hacia el Caribe.
El documento reafirma que el 90 % de la cocaína consumida por los estadounidenses pasa por Centroamérica. Washington ha estimado en los últimos años que en EUA se consumen unas 700 toneladas de cocaína anualmente.
En 2016, año en que se basa el estudio del organismo internacional, las autoridades salvadoreñas reportaron el mayor decomiso de drogas en el país en los últimos tiempos: 10 toneladas. De ese total, 9,988.71 kilos fueron cocaína.
En 2017, de acuerdo con los datos de la División Antinarcóticos (DAN) de la Policía Nacional Civil (PNC), el decomiso de cocaína fue de 7.2 toneladas, casi tres menos que 2016.
Las autoridades salvadoreñas han reconocido que se les hace difícil rastrear los cargamentos de droga en altamar, la ruta preferida por los narcos mexicanos y suramericanos hacia EUA, según lo reconoce la UNODC en su reciente informe mundial de consumo y tráfico de drogas.
Ese intenso trasiego de cocaína por el mar territorial de El Salvador e incluso sobre aguas internacionales quedó en evidencia el año pasado, con el recurrente decomiso de lanchas rápidas y otro tipo de embarcaciones cargadas con droga, o con alijos hallados por las autoridades a la deriva en el mar.
La ONU también reconoce que una de las estrategias de los grupos de narcotraficantes es simular que abandonan la droga en el mar, pero los alijos son embalados de tal suerte que soportan la humedad. Además, están equipados con un apartado de ubicación global (GPS) que puede rastrearse desde un teléfono celular desde cualquier parte del mundo.
El decomiso más significativo de droga en El Salvador ocurrió en octubre en el sector de Punta Remedios, en el departamento de Ahuachapán, cuando la Fuerza Naval Salvadoreña sorprendió a tres colombianos y un guatemalteco que viajaban en una embarcación semisumergible cargada con 1,681 kilos de cocaína (más de una tonelada y media).
Se trató, de acuerdo con las cifras oficiales reportadas por la DAN, del mayor decomiso de cocaína realizado en el país en la última década.
MÁS PRODUCCIÓN, MAYOR RIESGO DE TERRORISMO
En 2016, según el más reciente informe de drogas de la ONU, la fabricación mundial de cocaína se estimó en 1,410 toneladas, considerada “la cifra más alta jamás registrada”.
El reporte consigna que la producción de cocaína aumentó un 56 % en el período 2013-2016, “tras haber experimentado una disminución en el período 2005-2013”.
La ONU advierte que una mayor producción de cocaína, principalmente en Colombia, conlleva un riesgo de que aumente la violencia por el control en el trasiego de la droga. Una de las causas principales por las que el organismo emite la advertencia para los países considerados como tránsito, entre ellos El Salvador, es porque existe una dispersión de los grupos de narcotraficantes en Suramérica.
“La expansión de los mercados mundiales de cocaína y opiáceos hace suponer que se producirá un aumento considerable de los beneficios derivados del tráfico de drogas y las corrientes financieras ilícitas conexas, lo que también podría contribuir a la financiación de otras amenazas, como el terrorismo”, se lee en el informe mundial de Naciones Unidas divulgado la semana pasada.