Policías limpiaron escena de ejecución sumaria: FGR
Fiscalía dice que agentes solo dejaron tres casquillos en la escena del múltiple homicidio en Villas de Zaragoza. Víctimas recibieron al menos 20 disparos.
Los cuatro cadáveres tenían, en conjunto, más de 20 impactos de balas disparadas por las armas largas el 8 de febrero de 2016 en la vivienda 3 de Villas de Zaragoza. Pero en la escena, de lo que la Policía hizo ver ante los medios como un enfrentamiento, los investigadores solo encontraron tres casquillos, explicó ayer el fiscal Juan Antonio Reyes, quien ha dirigido la investigación del Caso Zaragoza, en el que son procesados tres agentes del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP) y cinco agentes de la subdelegación de Zaragoza, acusados de la ejecución de cuatro hombres.
En las paredes del interior de esa vivienda, ubicada en el pasaje 3, los agentes de inspecciones oculares también observaron que más de 10 proyectiles de armas largas perforaron el concreto durante el supuesto tiroteo entre los ocho policías y los cuatro hombres que fallecieron.
Por esas evidencias, el fiscal concluyó que no es posible que esos tres casquillos fueran lo único que quedó después del tiroteo. Dijo que todo apunta a que los agentes ejecutaron a tres supuestos pandilleros y a un joven empleado a quien confundieron, luego manipularon la escena al limpiar el lugar y recogieron casi todos los casquillos, excepto esos tres. Finalmente, de acuerdo con el fiscal, inventaron la historia de que los cuatro hombres los atacaron y que ellos, en legítima defensa, respondieron con sus armas.
“Además de homicidio agravado, son acusados de fraude procesal. Es porque recogieron los casquillos de la escena”, dijo Reyes al salir del segundo día de juicio en el Tribunal Segundo de Sentencia de Santa Tecla. Su compañera fiscal, Patricia Alonzo, agregó que las armas largas utilizadas para ejecutar a los cuatro hombres fueron identificadas durante la investigación, pero que los casquillos no fueron encontrados en la escena.
“Si en un intercambio de disparos han participado varias armas largas, calibre 5.56, que fueron las que hicieron las heridas encontradas en los cadáveres, pero en la escena no se encontraron casquillos que concuerden con lo que dicen las autopsias, entonces llegue a la conclusión usted de que hay fraude procesal”, dijo la fiscal Alonzo.
En el segundo día del juicio, cuatro policías llegaron para tes-
tificar. El primero fue el investigador de Asuntos Internos que llevó el caso y quien dijo que hizo 17 entrevistas para determinar qué fue lo que ocurrió. Las primeras ocho entrevistas fueron a los policías que participaron en el tiroteo. Las demás fueron de testigos que estaban en el lugar el día de la matanza.
La segunda fue a una agente del puesto policial de Zaragoza, quien dijo que ella, de su puño y letra, anotó en los libros de novedades y control de armas los fusiles que se llevaron algunos de los imputados durante la fecha en que ocurrió el tiroteo. El tercero fue un analista de la Policía, quien dijo que después de conocer el caso concluyó que no ocurrió un enfrentamiento, sino un homicidio múltiple. El cuarto era un policía de la unidad de Policía Científica, quien certificó que la trayectoria de las balas hablaban más de un homicidio múltiple.
Ninguno de los cuatro pudo individualizar las acciones que cometió cada policía acusado.
El abogado de los tres agentes del EX-GRP, Manuel Cruz Azucena, dijo en el juicio que si había casquillos de las armas de los tres agentes del GRP, no había pruebas. Y sin pruebas, dijo, tampoco pueden ser condenados.