Inglaterra eleva al Olimpo a los chicos de Southgate
El periodismo británico se rindió ante la generación que devolvió a su selección a las semifinales de una copa del mundo 28 años después. La historia no ha concluido.
“Hace dos años estaba viendo la Eurocopa con mis amigos... Cómo han cambiado las cosas. Hay que creer”. HARRY MAGUIRE,
ANOTADOR DEL 1-0 ANTE SUECIA
La prensa británica elogió ayer sin ninguna medida a los jugadores “semidioses” que situaron a la selección de Inglaterra en las semifinales del mundial, con el triunfo ante Suecia, y que de este modo abrieron la puerta a que “el fútbol vuelva a casa”.
“Semidioses: los aficionados enloquecen con que Los Tres Leones se enfrenten a Croacia en las semifinales”, publicó ayer The Sunday Mirror, mientras que Daily Star Sunday se alegró de que “Inglaterra consigue una semi”.
Junto a fotos de júbilo de los jugadores, The Mail on Sunday sostuvo “¡Mamma mia! Quizá realmente va a volver a casa”, en alusión al himno futbolístico “It's coming home” (“Vuelve a casa”) escrito con motivo de la Copa de la UEFA de 1996 por los humoristas David Baddiel y Frank Skinner, que se ha convertido en la canción del momento en el Reino Unido.
“¡Sííííí!”, tituló The Sun on Sunday, y “Felices y gloriosos”, exclamó a su vez Sunday Express, mientras que, algo más comedido, Sunday People dijo, en un juego de palabras, “Mantened la calma y continuad”. “¡Adelante!”, animó The Sunday Telegraph.
También el palacio de Kensington, residencia oficial de los príncipes Guillermo y Enrique y sus familias, manifestó en la red social Twitter que “¡el fútbol vuelve a casa!”, y dijo a la selección que en este momento está “haciendo historia”.
Un total de 19.9 millones de personas siguieron por la cadena pública BBC One el partido de cuartos de final del sábado entre Inglaterra y Suecia (2-0), una abrumadora cuota de audiencia del 89 %, según datos difundidos ayer.
Inglaterra alcanzó las semifinales apenas por tercera vez en su historia. En 1966, como anfitrión, lo logró superando con mucha polémica y un arbitraje irregular a Argentina, 1-0; en 1990 volvió a conseguirlo, con un sufrido 3-2 sobre la sorpresa de entonces, Camerún.