Copa del Mundo refleja cambio de tendencia
El mundial Rusia 2018 fue pródigo para equipos verticales que no se engolosinan con la pelota.
La posesión perdió el encanto y, más importante, su efectividad. ¿Es hora de seducirse por el fútbol directo? En esta impredecible copa mundial, los cuatro semifinalistas reflejan un cambio de tendencia.
Todos ellos acaparan o equilibran el control del balón frente a sus adversarios, pero el cuarteto rebosó en pegada, una virtud que faltó en la nutrida lista de favoritos que mirarán por televisión la acción de la última semana.
La tónica en Rusia han sido los goles fulminantes, elaborados en dos y tres toques. Abundan los ejemplos de jugadas que tomaron un parpadeo. El segundo tanto de Edinson Cavani en la victoria de Uruguay por 2-1 ante Portugal en octavos. La carrera centellante de Kylian Mbappé para desbordar a Marcos Rojo y poner en marcha el triunfo de Francia 4-3 sobre Argentina en la misma instancia. Pero ninguna simboliza mejor el patrón que el tercer tanto con el que Bélgica le dio la vuelta a un 2-0 adverso para superar Japón en octavos.
El técnico de la Celeste, Óscar Washington Tabárez, reflexionó sobre la capacidad de su equipo de generar ocasiones. “Últimamente se hace una relación unívoca entre la posesión de la pelota y los chances de gol, pero no es tan así”, comentó el estratega de 71 años. “Eso lo aprendí en Italia, donde no sacralizan tanto la posesión... Aunque se tenga menos la pelota, a un rival que se viene arriba y deja espacios se le puede lastimar de otro modo”.
Esto lo aprendió España, modelo en la posesión, a la que le resultó inútil soltar 1,000 pases ante Rusia. “Cada mundial marca tendencia”, reconoció Fernando Hierro. “Ahora ha vuelto la línea de cinco atrás con tres centrales, con balones directos, segundas jugadas y transiciones rápidas”. Y ellos lo saben porque lo sufrieron.