La ONU ve “inaceptable” el uso de “fuerza letal” en Nicaragua
Los países de la CELAC, la UE y Estados Unidos también condenaron los abusos a los DD. HH.
“Quiero saludarles a ustedes, mis hermanos de Nicaragua, que están sufriendo tanto (...) sabemos lo que están pasando por experiencia propia”. CARDENAL JOSÉ GREGORIO ROSA CHÁVEZ, OBISPO AUXILIAR DE SAN SALVADOR
“Este pueblo sabe lo que es tener mártires, y es a uno de ellos, el beato (Monseñor Óscar Arnulfo) Romero, a quien le hemos encomendado que interceda por ustedes”. CARDENAL JOSÉ GREGORIO ROSA CHÁVEZ, OBISPO AUXILIAR DE SAN SALVADOR
El secretario general de la ONU, António Guterres, consideró ayer “inaceptable” el uso de “fuerza letal” en el marco de la crisis en Nicaragua y reclamó al Gobierno que garantice la protección de los ciudadanos. “El secretario general deplora y condena la violencia contra civiles, incluida contra estudiantes”, dijo su portavoz, Farhan Haq, preguntado al respecto en una conferencia de prensa.
Según Haq, Guterres considera que “el uso de fuerza letal no es solo inaceptable, sino que es en sí mismo un obstáculo para lograr una solución política a la actual crisis”.
Además, 13 países latinoamericanos expresaron ayer desde Bruselas su condena y rechazo a la represión y violación de derechos humanos en Nicaragua, en el marco de la cumbre de ministros de Relaciones Exteriores de la CELAC y la UE que se celebra en la capital belga.
La denominada “Declaración especial sobre la situación de la República de Nicaragua” fue suscrita por Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, en el marco de la reunión de ministros de la Comunidad de Estados Americanos y del Caribe (CELAC) y la Unión Europea (UE) y fue dada a conocer en San José por la cancillería costarricense.
Los países firmantes expresaron en un comunicado su preocupación “por la violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales”. Asimismo, condenaron “los graves y reiterados hechos de violencia que se vienen produciendo en Nicaragua y que han provocado hasta la fecha la lamentable pérdida de más de 300 vidas humanas y centenares de heridos”.
Los cancilleres también rechazaron “la represión y violencia contra estudiantes y miembros de la sociedad civil”.