OEA REPUDIA ABUSOS A DD. HH. Y REPRESIÓN
En una agitada sesión, 21 países de la OEA pidieron elecciones en Nicaragua, condenaron la violencia del Estado y exigieron “el desmantelamiento de los grupos parapoliciales”.
La lista de Gobiernos que respaldan a la Presidencia de Daniel Ortega y su actuar en Nicaragua se encoge, mientras la condena a los “abusos” e irrespeto a los Derechos Humanos se propaga rápido por el hemisferio, según quedó demostrado ayer en una sesión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El día en el que se cumplieron tres meses de protestas en Nicaragua, con más de 300 muertos, la OEA aprobó una resolución que insta al gobierno de Ortega a propiciar comicios anticipados.
La resolución, patrocinada por nueve países liderados por Estados Unidos, fue aprobada por 21 votos –tres más de los necesarios– en un consejo extraordinario en Washington. El Salvador no estuvo de acuerdo y se abstuvo de la votación, como lo ha hecho en sesiones en las que se discutía so- bre la crisis en Venezuela.
El texto condena la violencia y exige “el desmantelamiento de los grupos parapoliciales”, acusados junto a la policía por la oposición de ataques contra los manifestantes y de represión.
Al rechazo nicaragüense al texto se unieron Venezuela y San Vicente y las Granadinas. Otros seis países, además de El Salvador, se abstuvieron y tres estuvieron ausentes, entre ellos Bolivia, aliada de Managua, que se fue por desa-
“Los ojos del mundo están fijados en cómo la OEA responde a la crisis. Hoy hemos respondido”.
CARLOS TRUJILLO, REPRESENTANTE DE EUA
“Gracias a los hermanos países del continente americano que se han solidarizado con el dolor”.
SILVIO BÁEZ, OBISPO AUXILIAR DE MANAGUA
“(Es) estigmatización del ciudadano no partidario como un terrorista. Es terrorismo de Estado”.
PAULA MARÍA BERTOL, REPRESENTANTE DE ARGENTINA
“El demócrata, si no tiene oposición debe crearla; los dictadores no. Ellos tienen que destruir la oposición”.
ÓSCAR ARIAS, EXPRESIDENTE DE COSTA RICA
cuerdos con la presidencia en la tramitación de unas enmiendas a la resolución.
La resolución exhorta al gobierno de Ortega a “que apoye un calendario electoral acordado conjuntamente en el contexto del proceso de Diálogo Nacional”. En ese diálogo, ahora suspendido, la opositora Alianza Cívica pidió elecciones anticipadas.
El 7 de julio, Ortega rechazó las elecciones anticipadas.
Todas las delegaciones presentes realizaron largas intervenciones, pero el representante de El Salvador en Washington mantuvo reducido su uso de la palabra.
Por el contrario, la representante de Argentina, Paula María Bertol, se extendió y reconoció que su país tiene experiencia con los dictadores y la “estigmatización del ciudadano no partidario como un terrorista. Es terrorismo de Estado”, dijo en la sesión transmitida en vivo.
El canciller de Nicaragua, Denis Moncada, se concentró en sostener que la intervención de la OEA ha sido orquestada por la “injerencia” de Estados Unidos.
Además, sostuvo que los ciudadanos que protestan son golpistas. Esta versión del Gobierno de Nicaragua fue respaldada el martes en una reunión de Gobiernos de izquierda en Cuba, a la que asistió el presidente Salvador Sánchez Cerén. El presidente Cerén aprovechó ese escenario para reiterar su respaldo al gobierno de Ortega. Afirmó que el sandinista es víctima de acciones que pretenden desestabilizar al Gobierno.
Bajo la misma línea se pronunció ayer la dirigencia del FMLN.
Sin embargo, la postura de la OEA fue contundente. Brasil señaló que los abusos cometidos son “inaceptables”.
El jefe del Gabinete del secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo por su parte que la situación es “trágica”. Reiteró además su apoyo a los informes de grupos de Derechos Humanos, que han encontrado graves irregularidades en el operar del Estado de Nicaragua. “En el país operan grupos irregulares al margen de las fuerzas armadas del Estado”, dijo el representante de Almagro.
Algunas personas esperaron ayer a que Moncada saliera de la sesión en la OEA para gritarle “asesino” en la cara.