ALICANTE EN APANECA,
En la carretera que conecta Apaneca con Ataco encontré este lugar que encanta, acoge y convive con la fauna y la flora de esta parte de la cordillera. Naturaleza en su dimensión más pura.
TRANQUILIDAD HABITACIONES
Este es el viaje por Hotel Alicante Montaña, en Apaneca. Alicante se ubica en las faldas del cerro de Apaneca, de aquel del que se desparraman líneas sin fin de cafetales, el oro de esta tierra. Ahí, en medio de esto, revelándose quizá al destino habitual de esta tierra, se levanta este lugar que cuenta una historia diferente.
Su bosque de pino esconde construcciones para acoger a cientos de personas, un gusto refinado por los detalles que atrapan.
Aquí la vida se detiene, la ciudad parece más lejos y más ruidosa de lo que la recordaba. Los pinos y las construcciones de madera invitan a no volver. Solo observar en silencio el paso del día en esta parte de Apaneca.
EL REFUGIO DE LOS ANIMALES
Pero algo rompió el silencio de un día cualquiera, un canto, un desparpajo. Algo que me hizo interrumpir el viaje y convertirlo en algo mejor, algo más lleno de vida y de colores.
¡Era hora de la comida y las guacamayas hacían fiesta en su santuario!
Hay decenas de ellos. Tiempo atrás, cada uno fue víctima de alguna clase de maltrato de manos de un ser humano y ahora cantan, saludan y hasta bailan desde este sitio donde son tratados con respeto.
Están ahí en un sitio donde el ajeno es el ser humano, como debe ser. Y quizá a aquellos que los tratan con respeto los animales con su sabiduría ancestral los reciben.
Guacamayas, loras, pavos reales y pichiches conviven y comparten del mismo plato. Atesoran y comparten este lugar que les permitió una vida distinta y mejor.
Era el zoológico de Hotel Alicante Montaña, lugar destinado a dar un hogar a los NATURALEZA animales que por la mano del hombre han perdido el instinto o las herramientas que les permitirían vivir en libertad.
Como aquel gavilán que arrastra el ala pero que no pierde el coraje en su mirada. Así como ellos, monos, cotuzas, tepezcuintles y tortugas. Todos encontraron su casa.
Lo vi todo en un día cualquiera, en este lugar que tiene una filosofía y un gusto por lo natural que no corresponde a esta tierra. Lo vi todo en Hotel Alicante Montaña. DATOS DEL LUGAR
NOMBRE DEL LUGAR
KILÓMETRO 93.5 DE LA CARRETERA QUE DE APANECA CONDUCE HACIA ATACO. CONTIGUO AL DESVÍO HACIA GUAYMANGO.
CONTACTOS
ATRACTIVOS
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