Exdiputado y familia piden reunirse en prisión
Juzgado de Vigilancia Penitenciaria negó la petición porque dijo que ese permiso lo otorga un consejo criminológico.
El exdiputado Wilver Rivera Monge; su esposa, Aremis Leonor Sifontes Meléndez; y el hijo de ambos, Wilber Rivera Sifontes, buscan reunirse frecuentemente como familia; a pesar de que los tres están recluidos en distintos centros penitenciarios porque fueron condenados por lavado de dinero. Los Rivera le han solicitado, en repetidas ocasiones, al Juzgado Segundo de Vigilancia Penitenciaria y Ejecución de la Pena de San Salvador un permiso especial para “como familia mantener contacto físico entre madre, padre e hijo”.
El juzgado les ha negado todas las peticiones recibidas por considerar que no tiene competencia en el tema debido a que se trata de un permiso especial que, según la Ley Penitenciaria, lo debe otorgar un consejo criminológico y no un juez de Vigilancia.
En julio de 2016, Rivera Monge, exdiputado suplente del partido PCN, fue condenado a 15 años de prisión, al ser hallado culpable de haber lavado dinero dentro de la estructura liderada por el narcotraficante Jorge Ulloa Sibrián, alias “Repollo”.
En las tres cuentas bancarias del exdiputado las autoridades encontraron más de $9 millones. Rivera Monge dijo en su defensa que ese dinero lo obtuvo con la venta de vehículos y motocicletas; sin embargo, las investigaciones de la Fiscalía General de la República evidenciaron que ese negocio no le generó a Rivera Monge suficientes ganancias para acumular esa cantidad de recursos.
La esposa y el hijo del exdiputado fueron enviados a prisión a purgar una pena de 10 años, debido a que ningún miembro de la familia pudo comprobar que sus ingresos tenían procedencia lícita.
Rivera Monge y su hijo se encuentran guardando prisión en el centro penal de Metapán, en el departamento de Santa Ana.
Sifontes Meléndez está recluida en Cárcel de Mujeres, en Ilopango, departamento de San Salvador.
A pesar de las condenas y de las recurrentes negativas del juzgado de Vigilancia, la pareja hizo una nueva solicitud donde sumó el derecho, como matrimonio, de mantener relaciones íntimas.
El Juzgado Segundo de Vigilancia Penitenciaria resolvió ayer negar, en una audiencia especial, esa nueva petición y la de poder reunirse como familia. El argumento es el mismo: no es competencia de los juzgados de Vigilancia y de Ejecución de Penal otorgar ese tipo de permisos especiales.
La petición de Rivera Monge y su familia se ampara en el artículo de la Ley Penitenciaria que otorga permisos especiales a los privados de libertad “cuando hay un interés para reunirse con la familia”. Sin embargo, según el juzgado, esa normativa tiene la excepción de que el candidato a ese beneficio debe estar recluido en una cárcel donde los internos gozan de medidas como semilibertad.
Además, se trata de una consideración que debe ser otorgada por el consejo criminológico después de un dictamen especial.