Esperan eclipse lunar más largo del siglo XXI
El eclipse total de luna tendrá lugar el viernes en la noche y coincidirá con la oposición de Marte, lo que hará de este un fenómeno astronómico especial.
El eclipse lunar más largo del siglo XXI, con una totalidad de 102 minutos, se podrá observar el próximo 27 de julio y el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC, en el archipiélago español en el Atlántico) lo transmitirá en directo desde Namibia a través del canal sky-live.tv.
Los eclipses lunares ocurren cuando el satélite terrestre pasa por la sombra de la Tierra, lo que no sucede todos los meses, porque la órbita de la Luna está inclinada con respecto a la de la Tierra-sol (eclíptica). Además, el de mañana por la noche coincidirá con la oposición del planeta Marte.
A diferencia de los eclipses solares, los lunares son visibles desde cualquier lugar del mundo, una vez que la Luna está sobre el horizonte en el momento del eclipse, explicó el Instituto de Astrofísica de Canarias.
El eclipse de este año se producirá con el máximo centrado en el océano Índico, según datos proporcionados por la NASA.
La fase de totalidad del eclipse durará 1 hora y 42 minutos, con lo que será el más largo del siglo XXI, comenzado a las 19:30 horas GMT, y la Luna empezará a eclipsarse (entrada en la sombra terrestre) a las 18:24 GMT.
Se podrá observar desde Suramérica, Europa, África, Asia y Oceanía, y durante la totalidad se podrá comprobar que la Luna no desaparece de la vista sino que adquiere una tonalidad rojiza.
La atmósfera de la Tierra, que se extiende unos 80 kilómetros más allá del diámetro de nuestro planeta, actúa como una lente que desvía la luz del Sol.
Al tiempo, filtra eficazmente sus componentes azules y deja pasar solo la luz roja que será reflejada por el satélite.
Así, la Luna adquiere el resplandor cobrizo tan característico, agrega el IAC.
Después de dos años sin eclipses totales de Luna, mañana se podrá volver a presenciar la Luna roja, y habrá que esperar otros seis meses para repetir la experiencia, en enero de 2019.
La oscuridad producida por el eclipse permitirá descubrir objetos solo visibles desde los cielos australes, como las nubes de Magallanes.