La realidad política nacional está cambiando y ese nuevo escenario hay que aprovecharlo para avanzar
Estamos en vísperas de la decisión popular en las urnas de la cual saldrá la conducción política del país para el quinquenio presidencial que se inicia el 1 de junio de 2019. Todas las piezas se están moviendo en el tablero ya en sus últimos desplazamientos posibles antes de que se produzca la elección, y lo que en este momento va quedando cada vez más claro es que el evento electoral que se avecina será especialmente relevante para lo que venga en el futuro inmediato, con proyecciones hacia lo que pudiera venir después. En tal sentido, como sociedad a la expectativa, estamos viendo gestos y recibiendo insumos que deben ser bien analizados para que todos podamos contribuir a que se active de veras una nueva dinámica nacional.
En esa línea, se acaba de formalizar el acuerdo de cuatro partidos ubicados en el ala derecha del espectro político –ARENA, el PCN, el PDC y DS–, para participar juntos en la elección presidencial inminente; y en tal coyuntura dichos partidos han dado a conocer un pacto denominado “Alianza por un Nuevo País”, que contiene una serie de compromisos que se llevarían adelante en caso de recibir el mandato de gobernar en el próximo período.
De la lectura de los acuerdos contenidos en la Alianza aludida queda en clara evidencia que lo que está propuesto ahí es el diseño de una forma renovada de gobernar, a partir de principios y conceptos que son la base de una programación verdaderamente diferente para que el país se enfile hacia realidades que puedan ser reconstructivas a fondo. Temas como el diálogo respetuoso, incluyente y participativo, una auténtica auditoría social, la política de descentralización, la estrategia proactiva de relaciones internacionales, el manejo adecuado del medio ambiente y la independencia de los Órganos del Gobierno son considerados en la Alianza aludida, y deben recibir en los hechos un tratamiento efectivo. Y todo esto será posible si hay pluralismo real, crecimiento económico en forma y amplia participación ciudadana.
En los contenidos de esta “Alianza”, que abre tan prometedoras expectativas, podemos ver el dibujo de un nuevo rumbo de país, que es lo que la ciudadanía viene demandando desde hace tanto tiempo. Hay que contar desde luego con una hoja de ruta, que pueda ser graficada en los hechos de manera precisa y consistente; pero además –y este es un elemento fundamental y decisivo–, hay que contar desde el inicio con mecanismos de verificación de la puesta en práctica de los compromisos asumidos. Es decir, la hoja de ruta tiene que ir acompañada de la hoja de ejecución y de la hoja de comprobación. Si todos estos elementos no se conjugan, al final quedaremos en las mismas.
Este es el momento más oportuno para mover voluntades hacia el campo de las realizaciones positivas y sostenibles. Alejarse de los extremismos de toda índole es crucial para ello; y, por efecto inmediato, apostarle con toda firmeza y convicción a la vigencia plena del régimen de libertades que está en la base del progreso efectivo, que es al que todos debemos aspirar.
ESTE ES EL MOMENTO MÁS OPORTUNO PARA MOVER VOLUNTADES HACIA EL CAMPO DE LAS REALIZACIONES POSITIVAS Y SOSTENIBLES. ALEJARSE DE LOS EXTREMISMOS DE TODA ÍNDOLE ES CRUCIAL PARA ELLO.