PLANTA DE EUA NO QUIERE RELACIÓN CON MIDES
Para que expertos de EUA ayuden al manejo de la basura que el alcalde Pereira quiere en San Miguel, debe existir un compromiso para que se beneficie la comunidad y no el monopolio de la empresa privada.
El relleno sanitario de San Miguel llegó a su máxima capacidad hace dos años. La alcaldía del municipio construyó una celda más para paliar la crisis, y el alcalde Miguel Pereira anunció que quería construir una planta recicladora basada en un modelo de primer nivel que opera en Maryland, que procesa buena parte de la basura que produce Washington, D. C., Estados Unidos. El alcalde ha sostenido reuniones con representantes y ejecutivos de la empresa que se encarga del funcionamiento de la planta y con representantes de la oficina del condado. En una de estas reuniones, según uno de los representantes de la planta, Pereira compró el proyecto para llevarlo a negociaciones y análisis en El Salvador.
Sin embargo, la empresa estadounidense no quiere concretar negocios con la Alcaldía de San Miguel ni tampoco comprometer ningún tipo de cooperación hasta estar segura de que la empresa Manejo Integral de Desechos Sólidos (MIDES) no va a meter sus manos en ninguna parte del proyecto o de que el proyecto será ejecutado de acuerdo con las normas internacionales para garantizar la conservación del medio ambiente y el beneficio a las comunidades.
MIDES tiene el monopolio de la recolección de basura en El Salvador. Recibe el 65 % de la basura que es generada en todo el país, y sus clientes, en su mayoría alcaldías de todo el país, tienen una camisa de fuerza que fue impuesta en los contratos, que les impide separar la basura antes de dársela a la empresa.
“Hemos tenido reuniones con el alcalde (Pereira), pero no se ha concretado nada. Nosotros no queremos hacer más rico a un rico. Este proyecto está diseñado para mejorar la forma en que la basura es tratada. Queremos apoyar en un proyecto así para El Salvador, pero queremos que sea de beneficio para la gente y el medio ambiente”, dijo Álex Zunca, oficial de la Policía que trabaja en coordinación con la planta, en referencia al propietario de MIDES, Enrique Rais.
“Nosotros no queremos hacer más rico a un rico, este proyecto está diseñado para mejorar”.
ÁLEX ZUNCA, OFICIAL QUE TRABAJA EN LA PLANTA
“No tengo el borrador del proyecto. Se planteó que se realizará una visita a El Salvador”. MIGUEL PEREIRA, ALCALDE DE SAN MIGUEL
Este jueves, un grupo de congresistas estadounidenses pidió al gobierno de Donald Trump que le aplique la Ley Magnistky a Rais y a su amigo José Luis Merino, que los investigue por posibles actos de corrupción en El Salvador y que, si amerita, los sancione. Las sanciones incluyen prohibición de hacer negocios con ellos y congelamiento de cuentas en Estados Unidos.
Rais es “un objetivo prioritario” para la Administración para el Control de Drogas (DEA). Está prófugo desde enero de 2016 porque fue acusado ante los tribunales salvadoreños de sobornar a funcionarios para favorecerse y afectar a terceros en diferentes procesos judiciales.
UNA PLANTA DE PRIMER NIVEL
En sus visitas a la planta en el condado de Montgomery, el alcalde migueleño se ha puesto al tanto sobre el funcionamiento del proyecto y también ha hablado sobre cooperación, ya que el condado está dispuesto a aportar dinero. El alcalde negó haber comprado el borrador del proyecto, pero confirmó que está interesado en construir este esquema en su municipio y además afirmó que luego de la última reunión, le presentó la idea a algunos empresarios migueleños.
“No tengo el borrador del proyecto. Se planteó que se realizará una visita a El Salvador para establecer qué tipo de coordinación habrá… Se lo hemos planteado (el proyecto) a empresarios migueleños, pero aún no tenemos nada establecido”, dijo Pereira a este periódico, y agregó: “Más que pedir ayuda, es que ellos inviertan en el proyecto”.
En 2016, cuando fue inaugurada la última celda de almacenamiento del relleno sanitario, el alcalde dijo que había considerado concesionar la parte compactada a una empresa que se dedique a la generación de energía por medio de gas metano, para generar fondos para la municipalidad. El proyecto base en Maryland incluye una propuesta de ese tipo.
La construcción del proyecto de la planta de reciclaje y tratamiento de basura cuesta alrededor de $8 millones y, según el oficial Zunca, el condado de Montgomery está en la capacidad de apoyar. “Para que haya cooperación también necesitamos un compromiso serio de parte de las autoridades, porque nosotros queremos que mantenga los principios del proyecto que son enfocados en la protección del medio ambiente. En este momento los rellenos que tiene El Salvador no cumplen con todos los requisitos internacionales”, dijo Zunca.
La planta de reciclaje y el tratamiento de basura se encuentran en medio de un barrio acomodado. Ni en los alrededores ni en las instalaciones de la planta se siente ningún mal olor proveniente de los desechos que llegan al lugar. Al llegar, es difícil imaginar que dentro de los edificios hay toneladas de basuras que llegan a diario. Toda la basura es clasificada y procesada.
Desde hace 20 años, la municipalidad y la empresa privada que dirigen las operaciones de la planta ven la basura como un negocio que beneficia también a los residentes del condado de Montgomery.
Los rellenos sanitarios o vertederos de basura a cielo abierto, como los que hay en El Salvador, fueron cerrados hace más de 20 años en ese condado.
A la planta ingresan por noche entre 1,000 y 1,500 camiones con basura; en el lugar se procesan y reciclan 3,000 toneladas de basura al día; entre el 43 % y el 45 % de los residuos que recibe la planta es reciclado. El sobrante de la energía que queda después de distribuir la que necesita la planta se oferta a las compañías de electricidad que surten los hogares de varios barrios de la ciudad. De la materia reciclada como el aluminio se negocia su venta con China y otros países asiáticos aproximadamente a $2,400 la tonelada.
“Hemos logrado que las comunidades se involucren en cómo se debe procesar correctamente la basura. Tenemos a las escuelas viniendo a la planta para aprender la forma correcta de reciclar”, dijo Zunca.