Se vive una “tensa normalidad”: cardenal Brenes
Nicaragua atraviesa la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de 1980.
Nicaragua vive una “tensa normalidad”, afirmó ayer el cardenal Leopoldo Brenes, al referirse a amenazas del Gobierno en medio de la crisis que ha dejado entre 317 y 448 muertos desde abril, en protestas contra el presidente Daniel Ortega.
“La persecución a personalidades y a personas que disienten de una actitud del Estado, yo lo veo como algo negativo, hay que bajar esas situaciones para que verdaderamente el país pueda llegar a la normalidad, porque ahorita tenemos una tensa normalidad”, dijo Brenes.
Las palabras del cardenal contradicen el discurso del Gobierno y de Ortega, que insisten en que Nicaragua “ha vuelto a la normalidad” después de tres meses del estallido social, que el presidente afirma se trató de un “golpe de Estado”.
“Es triste que, cuando se habla de que el país va tomando normalidad, se den estos casos (amenazas o secuestros), porque eso no significa que haya normalidad”, insistió el cardenal.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha denominado a acciones como estas una “tercera fase” de represión que consiste en la “criminalización de los manifestantes”, y la ha declarado “más ruda, más explícita y burocrática”.
Las relaciones entre la Iglesia católica y Ortega están fracturadas desde mayo pasado, cuando los obispos, como mediadores del diálogo nacional para superar la crisis, pidieron al mandatario adelantar para marzo de 2019 las elecciones de 2021, lo que el presiente rechazó.