Gobiernoniegaestar usandounaredde espionaje
El sistema de vigilancia de última generación habría sido comprado a un israelí.
El ministro guatemalteco de Gobernación, Enrique Degenhart, negó ayer la existencia de una red de espionaje usada por el Gobierno, y aseguró que esas aplicaciones están secuestradas por la Fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
“No tenemos conocimiento qué están haciendo con ellas. No las tenemos de vuelta”, dijo, y añadió que su uso es “a discreción de la administración que las secuestró”, echando así balones fuera de cualquier responsabilidad de su cartera.
No obstante, después insistió en que no quería dar a entender que la Fiscalía y la CICIG las estuvieran usando, pero agregó que los únicos que pueden dar una respuesta “son ellos” porque el Ministerio de Gobernación “no tiene esas herramientas”. miento, a través de la Dirección General de Inteligencia Civil y con fondos de entidades como la Policía Nacional Civil o la Secretaría de Inteligencia Estratégica, a “políticos, empresarios, periodistas, activistas y diplomáticos”, se detalla.
Fue el empresario israelí el que vendió el primer equipo de escuchas a través de una empresa italiana que adquirió un software denominado “Galileo”, pero otros gastos fueron “maquillados” con el pretexto de “seguridad del Estado”.
Esta unidad “clandestina” empezó a desaparecer en mayo de 2015, cuando la entonces ministra de Interior, Eunice Mendizábal, ordenó una auditoría que reveló “actos ilegales” y que provocó que algunos agentes fueran denunciados ante el ministerio público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, aunque la investigación continúa y “aún no da frutos”.
“En las últimas semanas, exfuncionarios han denunciado estar siendo vigilados y perseguidos por el actual Gobierno. Nuestra investigación también revela cómo el personal que realizaba dichas prácticas sigue trabajando para el Estado”, agrega el reportaje, que mañana publicará “a quiénes espió el Gobierno”.