Alcaldesa de Washington, D. C. espera solución para migrantes
Muriel Bowser visitó Intipucá, en La Unión, ciudad de origen de la importante comunidad salvadoreña en Washington, D. C.
Muriel Bowser, alcaldesa de Washington, D. C., dijo durante su visita a la ciudad de Intipucá, en La Unión, un municipio considerado la cuna de la migración en el país, que tiene esperanza de que el gobierno del presidente Donald Trump tome una “decisión más justa” en relación con los emigrantes y principalmente para los salvadoreños que residen de manera indocumentada.
“Nosotros esperamos que a nivel nacional haya una decisión más justa y esperamos que los salvadoreños que han hecho su vida en Washington, D. C. compren casas, crezcan sus familias, manden sus niños a las escuelas y que puedan vivir donde decidan”, expresó la funcionaria.
Washington, D. C. es la segunda ciudad estadounidense donde viven más salvadoreños y muchos de ellos el próximo año quedarían sin protección legal, tras la cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS).
“Hay un punto estratégico y es que ya van a ser las elecciones presidenciales y es probable que, si el presidente quiere seguir en el poder, otorgue una amnistía; y ojalá que a los que se les va a vencer el TPS se haga una extensión y les den un estatus legal”, indicó Benjamín Velásquez, residente en Estados Unidos.
Con la llegada de Bowser a la alcaldía, la comunidad salvadoreña se ha sentido respaldada y protegida desde que la capital de Estados Unidos pasó a formar parte de las ciudades santuario que resguardan a migrantes indocumentados. La funcionaria afirma que el apoyo ha ido más allá, principalmente con quienes resultarían afectados con la cancelación del TPS.
“Nosotros estamos bien enfocados en que la comunidad migrante conozca sus derechos y por eso hemos dispuesto de $1 millón para que la gente vaya a organizaciones confiables y busque ayuda legal”, detalló.
La alcaldesa Bowser concluyó su gira por la comunidad intipuquense diciendo que Washington, D. C. es América y representa amor, inclusión y respeto, pero también se comprometió a garantizar que los salvadoreños sigan trabajando, criando a sus hijos y aportando a la economía para que también puedan seguir mandando remesas a sus seres queridos en el país.