La Prensa Grafica

Vendedora fue atacada frente a una escuela

Preparaba los productos cuando dos hombres le dispararon. Las clases fueron suspendida­s.

- @Lpgdptos Héctor Rivas/fátima Membreño departamen­tos@laprensagr­afica.com

Olga Lidia Maravilla, de 58 años, fue asesinada ayer por la mañana afuera del centro escolar del cantón El Ojuste, del municipio de Usulután, cuando estaba instalando su venta. Un oficial de la Policía Nacional Civil (PNC) manifestó que la mujer llegaba a diario, desde hace varios años, a vender golosinas, frutas y otros productos afuera del centro educativo.

Ayer llegó, como todos los días, a vender, pero cuando estaba acomodando su puesto, aproximada­mente a las 5:30 de la mañana, sospechan que dos hombres llegaron y le dispararon en reiteradas ocasiones.

“A la señora la habían ido a dejar con el producto; minutos después, quienes la dejaron escucharon los disparos, y al regresar al centro educativo descubrier­on que la habían matado”, explicó un agente policial que inspeccion­ó la escena.

La mujer tenía varios impactos de bala en el rostro, residía en el sector y, según las investigac­iones policiales, no había sido amenazada anteriorme­nte. Los atacantes la habrían estado esperando, sabiendo que llegaba a la misma hora todos los días, y por ello ningún alumno ni docente se encontraba en el lugar.

Por otra parte, Basilia Granado Hernández, de 56 años, fue asesinada el miércoles en la noche en la vivienda del novio de su hija, ubicada en el caserío Hoja Blanca, cantón Ocotillo, municipio de Nueva Esparta, en La Unión.

La fuente policial detalló que Granado discutía con el novio de su hija, Wílber Adonay Reyes, y este sacó un arma de fuego y le disparó en la cabeza. El sujeto está perfilado como pandillero y tenía aproximada­mente cuatro meses de haber salido de la cárcel, en donde estuvo por el delito de homicidio agravado. Viernes 17 de agosto de 2018

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 ??  ?? Retiran pertenenci­as. Finalizada la inspección del cadáver, familiares y amigos de la vendedora recogieron las pertenenci­as. La zona es asediada por miembros de pandillas.
Retiran pertenenci­as. Finalizada la inspección del cadáver, familiares y amigos de la vendedora recogieron las pertenenci­as. La zona es asediada por miembros de pandillas.

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