FAES ABRE PROCESO A 150 MILITARES POR DESERCION Y VINCULOS CON PANDILLAS EN ESTE AÑO
Soldados podrían estar dejando las filas del Ejército por inseguridad, miedo. Desde 2010 hay más de 600 militares ligados a pandillas, incluso, infiltrados en la inteligencia.
Once militares tienen expedientes abiertos en la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) por vinculación con pandillas entre enero y julio de este año, según el informe que la semana anterior entregó el encargado de asuntos jurídicos del Ministerio de la Defensa Nacional, coronel César González, a la comisión de defensa de la Asamblea Legislativa. El informe es parte de la discusión por la preparación de reformas al Código de Justicia Militar, cuya elaboración inició en octubre de 2016, y que sustituiría al Decreto Legislativo n.º 624 de fecha 9 de marzo de 2017, que contiene Disposiciones Especiales Transitorias sobre la Baja Disciplinaria Militar.
Los 11 son parte de un grupo de 148 expedientes disciplinarios que han sido abiertos por el ministerio este año, 137 por abandono de servicios. El año pasado, la medición de estos casos disciplinarios solo se hizo entre octubre y diciembre y apenas a 12 expedientes.
Al comparar promedios mensuales, en los últimos tres meses de 2017 hubo cuatro expedientes por abandono cada mes. Este año, el promedio es 24, lo que implica un fuerte incremento.
Desde 2010, hasta 2017, la Fuerza Armada había separado a 615 miembros tras detectar que tenían vínculos con pandillas, entre ellos el soldado Óscar Omar Jiménez, quien hasta 2016 trabajaba en una oficina de inteligencia militar que asesora al ministro de Defensa, David Munguía Payés, según reveló LA PRENSA GRÁFICA el 27 de abril de 2017.
Jiménez, fichado como pandillero activo de la Mara Salvatrucha, era parte del ente de asesoría del ministro que era comandado por el coronel Simón Alberto Molina Montoya, aunque según el ministro Munguía Payés su trabajo era de ordenanza en la oficina de inteligencia hasta que fue removido en 2016.
INCREMENTO
Según el diputado Mauricio Vargas (ARENA), las cifras son señales de alarma debido a que hay más efectivos involucrados, mientras que para el legislador Carlos Ruiz (FMLN) y para el ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, es un indicador de que los filtros que se han conseguido en la institución permiten una mayor depuración.
“Las deserciones no están en un nivel alarmante, pero tampoco es decir que tenga que ser algo normal. Genera una potencialidad mayor los 11 integrantes
“El indicador puede verse desde el punto de vista positivo, ya que dice que las instituciones son más eficaces en detectar a las personas que buscan infiltrarse”.
MAURICIO RAMÍREZ, MINISTRO DE SEGURIDAD
“Hay que ir hasta el mínimo detalle para saber qué está pasando. El número de procesos debe ser un foco rojo para saber qué pasa. La seguridad debe ser perfecta”.
MAURICIO VARGAS,
DIPUTADO DE ARENA
“Lo que debe ser de alerta es que la acción criminal empieza a perforar la estructura. Esto debe ser vigilado con delicadeza porque puede deformar cualquier estructura”.
CARLOS RUIZ, DIPUTADO DE FMLN
vinculados a pandillas. Esto crece de un año al semestre de este año. Hay un indicador criminológico que nos está diciendo que los filtros están generando algunas vías de escape que tenemos que tapar, porque este es un factor que incide en la operatividad institucional como el posible robo en un almacén, robo de armas individuales o un atentado terrorista en el interior de la institución”, aseguró Vargas, quien tuvo el grado de general en la Fuerza Armada.
Para el general retirado, las causas de las deserciones pueden ser diversas e ir desde inseguridad y miedo hasta la misma infiltración. “Yo pandillero entro, paso inadvertido con mi audacia, luego deserto y ya conozco del interior de la institución”, dice.
Por su parte, el ministro de Seguridad afirmó que el que los números crezcan con el paso de los años puede ser porque las instituciones están trabajando de una forma eficaz, aunque no explica las razones de las deserciones.
“Son procesos administrativos que tiene cada institución. El que se incremente se puede ver desde el punto de vista positivo puesto que indica que las instituciones son más eficaces en detectar desde su interior a aquellas personas que hayan ingresado a las instituciones de seguridad con el objeto de infiltrarse y desde ahí estar colaborando con la criminalidad. Es una labor en la que estamos trabajando de forma permanente ”, manifestó Ramírez Landaverde. Entre tanto, el diputado Carlos Ruiz, secretario de la comisión de defensa de la Asamblea Legislativa, se mantiene en la línea de Ramírez Landaverde al asegurar que el aumento en la cifra de casos implica que los filtros usados en las instituciones están garantizando la limpieza de sus miembros.
“Lo que creo que está diciendo este número es que había una demanda ya de abordar un tema que se venía acumulando y que estaba por ser un problema en el interior de la Fuerza Armada. Hoy se están desarrollando los procesos de acuerdo con ley”, detalló.
Las tres voces coinciden en la necesidad de “pulcritud” que debe tener los entes que dan seguridad a la población, aunque Vargas es del criterio que los procedimientos “deben ser perfectos”.