Condenan a miembros de la MS-13 por terrorismo
Tribunal impuso penas de hasta 350 años de prisión. Aunque concluyó que no se pudo probar el lavado de dinero de pandilleros y colaboradores.
“La prueba determinó un nivel de organización complejo dentro y fuera del centro penal. Estas personas conspiraron para cometer homicidios, extorsiones, privaciones de libertad y compra de armas para cometer atentados. Tienen vínculo, jerarquía, disponen de los medios idóneos, hacen labor de inteligencia y cuentan con métodos violentos que llevan a infundir terror”. Así argumentó ayer el juez Especializado de Sentencia C la condena que impuso a 47 cabecillas de la Mara Salvatrucha (MS-13) a penas que van desde ocho hasta 15 años de prisión por organizaciones terroristas.
Entre los condenados por ese delito figura uno de los cabecillas históricos de la MS-13: Borromeo Enrique Henríquez Solórzano, alias “Diablito de Hollywood”, quien está en la lista negra en la que Estados Unidos coloca a los máximos criminales del mundo.
También fue condenado ayer por terrorista Rafael Antonio Ramos Peraza, alias “Wesley”, a quien la fiscalía vinculó a la conspiración de más de 160 homicidios, cuatro homicidios agravados y delitos relacionados con actos de terrorismo y tráfico de drogas.
La condena es parte del fallo que el Juzgado Especializado de Sentencia C de San Salvador emitió ayer contra 60 implicados en el caso conocido como Operación Jaque.
Además del delito de organizaciones terroristas, el juez condenó a los imputados por conspirar para cometer homicidios agravados, extorsión, tráfico de droga, privaciones de libertad, provisión de armas, actos de terrorismo y tenencia de armas de guerra.
Al sumar las condenas, Ramos Peraza fue quien acumuló 350 años de prisión, seguido por Pedro Segovia Chávez, alias “Clown”, quien está perfilado por la Policía como uno de los máximos cabecillas de la MS-13 que coordinaba la recolección de la extorsión a escala nacional para la pandilla. El juez le impuso una pena total de 314 años.
El juez dijo que para concluir con la condena de los acusados, que en total cometieron 120 delitos, tuvo que escuchar y cotejar 435 horas de audios que provenían de las escuchas telefónicas que la fiscalía presentó durante el juicio como prueba.
A pesar de que la FGR presentó la acusación como un golpe a las finanzas de la MS-13, el juez dijo ayer que no encontró elementos de prueba para valorar el delito de lavado de dinero porque “los documentos presentados no fueron relevantes”. Agregó que llegó a pensar que los peritos presentados en el caso son “personas que no tienen la experticia para hacer peritajes sobre ese delito”.
El juzgado también determinó dejar en libertad a 25 de los implicados en el caso.
Además, ordenó beneficiar con la colocación del brazalete electrónico a cuatro de los implicados, quienes forman parte de los 50 condenados a quienes se les venció el plazo de la detención provisional (la ley dice que deben ser dos años), pero solamente pondrán en libertad a ocho debi-
“Las órdenes que da esta estructura se cumplen y quienes las dan ni siquiera conocen a las víctimas, pero dominan la voluntad de otros”.
do a que el resto está a la orden de otros tribunales o cumpliendo condenas por otros casos.
Los otros cuatro condenados deben esperar a que la Dirección General de Centros Penales realice un estudio de factibilidad para que ellos puedan usar el dispositivo electrónico.
Se trata de una visita técnica que determina si en la residencia de quienes podrían recibir ese beneficio cuentan con los servicios básicos de cobertura, teléfono, energía eléctrica y otros. Ese estudio busca determinar que el Estado puede ejercer control sobre los condenados en caso de requerirlo.