¿POR QUÉ CHINA AVANZA EN CENTROAMÉRICA?
Panamá, Costa Rica, Honduras, República Dominicana y ahora El Salvador tienen tratos comerciales con Pekín. Expertos hablan sobre el interés en la región debido a su posición geográfica estratégica.
China está clara de lo que quiere en Centroamérica: ve a Panamá como una plataforma para distribuir sus productos, gracias a sus puertos y con las facilidades de un tren bala que el gigante asiático planea construir en el país y que podría transportar bienes producidos en la vecina Costa Rica o en El Salvador, donde la mano de obra es barata. “Para 2030 se considera que la primera potencia comercial será China y eso no lo va a parar nadie (...) China sabe lo que quiere, el problema es que nosotros no estamos claros en qué queremos”, agregó el rector de la Facultad de Economía de la estatal Universidad de Panamá (UP), Rolando Gordón.
Hace poco más de un año hizo lo propio Panamá y ya ha firmado cerca de 30 acuerdos con China, que desde hace años tiene un rol preponderante en la economía local al ser el segundo usuario en importancia del canal, solo superado por Estados Unidos, y el primer proveedor de la Zona Libre de Colón (ZLC).
Costa Rica fue el primer país de la región en establecer los nexos con China, en 2007, y ambos firmaron el año pasado un marco de acción conjunta 2016-2020 que identifica como áreas prioritarias infraestructura, tecnologías y cooperación financiera.
República Dominicana, que pertenece al SICA, aunque geográficamente está en el Caribe, también estableció en mayo pasado relaciones con China, en medio de un gran entusiasmo del empresariado y de la opinión pública, como también sucedió en Panamá y Costa Rica en su momento.
“Yo imagino que los chinos tendrán interés en desarrollar proyectos en El Salvador que le significarían ingresos importantes al país centroamericano. Imagino que la decisión fue tomada en coordinación con los empresarios” de ese país, dijo a Acan-efe el sociólogo y el profesor universitario Marco Gandásegui.
Gandásegui, investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA), coincidió en que a diferencia de China, que tiene planes geopolíticos y comerciales a 40-50-100 años, “los países centroamericanos no tienen un proyecto” en torno a las relaciones con el gigante asiático.
Por eso hizo votos para que el empresariado salvadoreños “que sospecho presionó porque quiere hacer negocios con China”, lo haga en el marco de un plan que genere beneficios a su país.
Los centroamericanos deben aspirar a tener con China negocios con valor agregado, que generen impuestos, que se especialice mano de obra nacional y que se abra el mercado chino a la exportación de la región, dijo en ese sentido el economista Gordón.
Actualmente Pekín ya es el segundo o tercer socio comercial de los países de Centroamérica.
Hasta hace unos años, el principal vínculo de Centroamérica
“Yo imagino que los chinos tendrán interés en desarrollar proyectos en El Salvador que le significarían ingresos importantes al país. Imagino que la decisión fue tomada en coordinación con empresarios de ese país”. MARCO GANDÁSEGUI, SOCIÓLOGO E INVESTIGADOR ASOCIADO CENTRO ESTUDIOS LATINOAMERICANOS (CELA)
“Centroamérica tiene “De las Malvinas a enormes limitaciones y Mexicali (México) déficit en China lo que infraestructura plantea es ‘quién (telecomunicaciones, quiere hacer carreteras, hospitales) negocios y lo que propone conmigo’, y en China, en este proceso términos de de globalización, son comercio su proyectos llave en presencia es mano”. incuestionable”. ENRIQUE DUSSEL PETERS, COORDINADOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS CHINA-MÉXICO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO (UNAM)
con Asia era con Taiwán.
DOMINIO
Ya hace unos meses, expertos advertían en un artículo de la BBC, que China iba a acelerar su acercamiento con la región. “La posibilidad de que Estados Unidos se ensimisme, vea menos a Centroamérica y nos pueda maltratar con políticas migratorias o comerciales, lo que hace es abrir la puerta a cualquier otro”, explicó en mayo Víctor Umaña, director del Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible (CLACDS).
El comercio y la inversión directa son parte de ese escenario. Ante las carencias de la región en rubros como hospitales, carreteras, presas o instalaciones de telecomunicaciones, crece el potencial de desarrollo económico, explicó a la BBC Enrique Dussel Peters, coordinador del Centro de Estudios China -México de la Universidad Nacional Autónoma de México. “Centroamérica tiene enormes limitaciones y déficit en infraestructura y lo que propone China, en este proceso de globalización, son proyectos llave en mano”, afirmó.
En Costa Rica, por ejemplo, la empresa China Harbour Engineering Company (CHEC), ya amplía la principal carretera que une la capital con el Caribe. Son 107 kilómetros y costará $450 millones. También se creará allí una Zona Económica Especial (ZEE), donde se fabricarían productos chinos. En El Salvador hay una iniciativa de ley para una zona igual.
Costa Rica ha tenido otros beneficios, detalla el artículo de BBC: un préstamo no reembolsable por $300 millones, y la remodelación del Barrio Chino.
En Honduras construyen una represa en el río Patuca, 180 kilómetros al este de la capital Tegucigalpa, a un costo de $350 millones.
Y otro ejemplo es Nicaragua, donde la empresa Xinwei instaló estaciones inalámbricas para comunicación telefónica, por $1,000 millones.
PARA EUA, MENSAJE A TRUMP
El artículo de la BBC dice que en el fondo Centroamérica es importante para China pero no por un tema económico. El mercado de la región es, en promedio, de $90,000 millones al año.
El verdadero interés, dijeron los especialistas a la BBC, es la geografía centroamericana, con su fácil acceso a los océanos Pacífico y Atlántico.
Eso aumenta las posibilidades de colocar sus mercancías en la costa este de Estados Unidos, y enlaza, además, al gigante asiático con el mercado africano y europeo. La Ruta de la seda.
Además, de concretarse la ZEE en Costa Rica los productos manufacturados con capital chino tendrían acceso preferencial a EUA. Esto gracias al Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos de América.
“China no descarta ningún país”, recuerda el investigador Enrique Dussel.