EUA REVALÚA SU RELACIÓN BILATERAL CON EL SALVADOR
La Casa Blanca ha hablado sobre el giro de la Presidencia de El Salvador para relacionarse con China. Afirma que no ha sido transparente y que la decisión la tomó el funcionario del FMLN “solo meses antes de dejar el gobierno”.
La vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders, se ha referido al giro diplomático anunciado por el Gobierno de El Salvador diciendo que ha sido una cuestión “no transparente” y que preocupa a Estados Unidos por las implicaciones que tendrá en la seguridad, salud y economía de “toda América”. El presidente Salvador Sánchez Cerén anunció el lunes de imprevisto que cortaría las relaciones con Taiwán para formalizarlas con China, en un terremoto diplomático que ha generado diversas posturas.
Sanders, quien habla en nombre del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirma en un comunicado de prensa que “los líderes del partido gobernante de El Salvador han tomado esta decisión de manera poco transparente, y que tendrá implicaciones para las próximas décadas, tan solo unos meses antes de que dejen el cargo”.
La secretaria de Prensa se refirió así a las elecciones presidenciales que El Salvador celebrará en 2019.
“Esta es una decisión que afecta no solo a El Salvador, sino también la salud y seguridad económica de toda la región de las Américas”, continuó la vocera oficial.
Sanders calificó también de “preocupante el asunto”, y aseguró que con seguridad dará lugar a una “revaluación” de la relación bilateral de Estados Unidos con El Salvador.
“La receptividad del Gobierno de El Salvador a la aparente interferencia de China en la política interna de un país del Hemisferio Occidental es de gran preocupación para Estados Unidos”, dijo Sanders.
El martes temprano el senador Marco Rubio reac-
“Los incentivos económicos de China facilitan la dependencia económica y la dominación”.
SARAH SANDERS,
SECRETARIA DE PRENSA DE LA CASA BLANCA “Mientras evaluamos las relaciones entre nuestros gobiernos, seguiremos apoyando al pueblo salvadoreño”.
JEAN MANES,
EMBAJADORA DE EUA EN EL SALVADOR
cionó a la noticia diciendo que El Salvador debería salir del plan Alianza para la Prosperidad. Rubio confirmó horas más tarde que había hablado con el presidente Trump de la ruptura con Taiwán, y agregó que comenzaría a trabajar de inmediato en recortarle la ayuda económica al país.
Por su parte, la embajadora de Estados Unidos en El Salvador, Jean Manes, advirtió que el cambio en política exterior sin duda tendrá consecuencias en Washington, pero matizó que su país seguirá apoyando a la gente.
Estados Unidos ha insistido en externar que los países que se han acercado a China bajo promesas de inversión económica han terminado endeudados y con una economía dependiente del gigante asiático. Voces contrarias reclaman por qué Washington puede tener una relación comercial con China y El Salvador, no.
“Los países que buscan establecer o ampliar las relaciones con China para atraer inversiones que estimulen el crecimiento económico a corto plazo y el desarrollo de infraestructura pueden verse decepcionados a largo plazo”, volvió a advertir Sanders.
Y prosiguió: “En todo el mundo, los Gobiernos están despertando al hecho de que los incentivos económicos de China facilitan la dependencia económica y la dominación, no la asociación”.
En respuesta, el Gobierno de China pidió al de Estados Unidos que no interfiera en la política exterior de El Salvador.
“Solo el pueblo de El Salvador sabe cuál es su decisión correcta y cuál beneficia sus intereses, así que esperamos que ciertos países respeten el derecho de los Estados soberanos a desarrollar sus relaciones internacionales, en lugar de interferir en sus asuntos internos”, replicó el portavoz de Exteriores chino, Lu Kang.
La fuente oficial también pidió a Washington que “observe con perspectiva” la actual situación diplomática global, en la que El Salvador se une a otros 25 gobiernos americanos y 176 mundiales que ya mantienen vínculos oficiales con China (y no con Taiwán, por exigencia de Pekín).
China considera a Taiwán como una provincia en “rebeldía”, pero Estados Unidos opina que el avance de la República Popular de China en América Latina es una forma de agredir a Taipéi.
Lu también subrayó que “algunos políticos estadounidenses están haciendo mucho ruido tras el establecimiento de relaciones diplomáticas”.