Pendiente concesión para planta de gas
EDP, empresa a cargo del proyecto, espera que el trámite en el parlamento no se demore para avanzar en su cronograma.
Energía del Pacífico (EDP) ha completado la mayoría de permisos legales para iniciar la construcción de una planta de gas natural en la zona del puerto de Acajutla, en Sonsonate, pero aún está a la espera de que la Autoridad Marítima Portuaria (AMP) le extienda una factibilidad, y con ese último documento, solicitar a la Asamblea Legislativa que apruebe la concesión.
Esta planta es el proyecto energético más ambicioso que se ha aprobado en el país en los últimos años. Esta tendrá una capacidad instalada de 378 MW (magavatios). La inversión se estima en alrededor de $800 millones. Alejandro Alle, director ejecutivo de EDP, detalló ayer que la AMP está ya haciendo los análisis finales para emitir la factibilidad, la cual esperan recibir en las próximas dos semanas. Estos incluyen mediciones en la zona donde se ubicará la planta.
“Los permisos son un tema complejo, porque el proyecto es complejo porque no había ninguna experiencia en el país ni siquiera parecida a esto. No vemos que tenga que ser un problema”, dijo sobre la aprobación de la concesión por el parlamento. Según EDP, la concesión se aprueba con mayoría simple, es decir, 43 votos de 84.
El proyecto de EDP consta de tres partes: una terminal marítima donde se descargará el gas una vez cada dos meses, una planta en tierra y una línea de transmisión de 45 km desde Acajutla hasta Ahuachapán. Uno de los puntos más complejos fue obtener los derechos de vía tras negociar con 261 propietarios de terrenos por donde pasa la línea, según Alle. Las pláticas culminaron y ya se cuenta con los derechos respectivos.
EDP estima que las pruebas para la operación de los equipos se realicen entre finales de 2020 y principios de 2021. EDP es el consorcio que en 2013 se adjudicó la licitación para proveer 355 MW durante 20 años. Con la construcción se generarán 1,000 empleos y unos 100 empleos directos cuando la planta esté funcionando. A la fecha, la empresa ha invertido alrededor de $30 millones en echar a andar el proyecto.
En 2017 firmó un contrato de compra y venta de gas natural licuado con la empresa Shell International Trading Middle East Limited. Un año antes, EDP se asoció con la compañía estadounidense Invenergy, con sede en Chicago, la cual desarrolla y opera proyectos de energías limpias en Estados Unidos, Canadá y Europa. La empresa estadounidense tendrá una participación accionaria de entre un 70 % y 85 %.
De acuerdo con Alle, uno de los beneficios del proyecto es que contribuirá a diversificar la matriz energética, es decir, las fuentes de donde se obtiene la electricidad en El Salvador, así como reducir el impacto ambiental de la energía térmica (a base de búnker). El GNL, a diferencia del petróleo, no varía tanto en los precios y es más barato; además, es más limpio. Las plantas de GNL pueden llegar a ser el complemento perfecto para la energía renovable, que está creciendo en el país. En este momento, más del 10 % de energía que se consume en el mundo procede de una fuente renovable.
“Los permisos son un tema complejo, porque el proyecto es complejo porque no había ninguna experiencia en el país ni siquiera parecida a esto”.
ALEJANDO ALLE, DIRECTOR EJECUTIVO DE EDP