Taiwán fabrica más aviones militares ante avance chino
El gobierno de la isla aumentó los gastos de defensa hasta 3 % del PIB.
Taiwán fabricará 66 aviones de entrenamiento avanzados para 2026, desarrollará nuevos motores de aviones y componentes claves de aviones de combate de última generación, anunció ayer el Ministerio de Defensa taiwanés.
Los militares isleños han encargado a la Corporación de Desarrollo Industrial Aeroespacial (AIDC) el desarrollo y fabricación de los aviones militares, que forman parte de su plan quinquenal de fortalecimiento militar, que busca contrarrestar el avance chino.
La empresa isleña ya ha comenzado el montaje del primero de los 66 aviones, y tiene previsto realizar pruebas en tierra en septiembre de 2019 y el primer vuelo en junio de 2020, dijo el ministerio en un comunicado.
Los nuevos aviones reemplazarán a los actuales aviones de entrenamiento AT-3 y también a los de F-5E y F, de fabricación estadounidense.
La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, lanzó un programa de modernización militar en la isla, que incluye aumentar los gastos de defensa hasta el 3 % del PIB, adquirir equipos avanzados estadounidenses y fabricar submarinos, aviones, navíos y misiles en Taiwán.
Taiwán busca así mantener una fuerza defensiva disuasoria ante China, embarcada en una rápida modernización bélica y que se niega a renunciar al uso de la fuerza para lograr el control de la isla.
Los militares isleños han optado por el reforzamiento de la capacidad bélica y de guerra asimétrica, para crear una capacidad disuasoria que impida una invasión china, ante el rápido avance militar chino.
La presidenta taiwanesa incluso pidió a Estados Unidos levantar la veda de compra de armamento fabricado en esa nación después de que la República Popular China lanzó una agresiva campaña internacional para arrebatarle aliados diplomáticos.
El 20 de agosto, el presidente Salvador Sánchez Cerén rompió relaciones diplomáticas con Taiwán para establecerlas con el gobierno comunista de Pekín.
Semanas antes, la embajadora estadounidense en El Salvador, Jean Manes, había advertido de la expansión china en la región, con especial interés en el área militar. Ayer, Manes reafirmó que la decisión salvadoreña de romper con Taipéi traerá “repercusiones” en su relación con Estados Unidos, que mantiene amplios programas de cooperación.