Autismo,untrastorno “intoxicado”pormitos yprejuicios
conversación social” y ayudan a la ciudadanía a entender la realidad, “pero en ocasiones la deformamos” y la información que se transmite “es, a veces, claramente mejorable”.
El manual para abordar el TEA desmonta también falsos mitos como que el autismo solo se presenta en la infancia, cuando el TEA acompaña a la persona a lo largo de toda su vida; o que no se comunican, cuando lo cierto es que sienten y se comunican aunque no todos lo hagan verbalmente.
Su variabilidad -se manifiesta de manera diferente en cada persona-, o su invisibilidad -no lleva asociado ningún rasgo físico diferenciador-, han contribuido también a favorecer el desconocimiento.
“La coliflor, el brócoli y la col, claves para tratar el autismo”; “test de sangre y orina para detectar el TEA; o “un autista en la Moncloa” son titulares de prensa reales que nunca debieron publicarse porque no son ciertos o porque usan el término forma peyorativa, en el caso del último ejemplo. y en la interacción social, así como en la flexibilidad del pensamiento y de la conducta de quien lo presenta. En la actualidad, no es posible determinar una causa única que explique la aparición del TEA, pero sí la fuerte implicación genética en su origen. Acompaña a la persona a lo largo de toda su vida, aunque sus manifestaciones y necesidades cambian en función de las distintas etapas del desarrollo y de las experiencias adquiridas.
La variabilidad del autismo implica que no hay dos personas con autismo que sean iguales, aunque compartan los criterios diagnósticos y las áreas nucleares que definen el trastorno (comunicación social y flexibilidad).
Estas variaciones, explica la publicación, se producen no solo por las propias características del TEA, sino también en función del propio desarrollo personal y de los apoyos que pueda tener la persona, así como de si presenta o no discapacidad intelectual asociada y también de su nivel de desarrollo del lenguaje.