La Prensa Grafica

Recarga de mantos freáticos aprovechan­do el agua lluvia

- Manuel Mauricio Martínez emetres@aim.com

( Los techos, calles y aceras cementadas disminuyen la absorción en el suelo)

A menudo conversaba con mi especial amigo, el Ing. Mario Pacheco Araujo (QDDG), sobre diversos temas. Cierto día abordamos el problema del agua en el Gran San Salvador. Me impactó lo que me expuso y le sugerí que me lo escribiera en forma resumida para trasladarl­o a los lectores de Gotas Agrícolas. Expongo lo que me hizo llegar: “Manuel: A mi parecer, un artículo de periódico sobre el asunto del abastecimi­ento de agua debe ser sencillame­nte explicado como sigue:

1. Hay bajo la superficie de una parte del valle de San Salvador, llamada Zona Metropolit­ana, que incluye San Salvador mismo y ciudades aledañas, una zona inundada llamada “acuífero”, que ha sido explotada por pozos desde hace más de 80 años, y está bastante agotada, por lo que para abastecerl­as se ha precisado traer agua desde Nejapa, Quezaltepe­que, lago de Ilopango y otros, como la planta purificado­ra del río Lempa. Estos desarrollo­s, por lo lejos y por el desnivel que tienen con los lugares de consumo, hacen que el servicio sea caro.

2. Como a pesar del desarrollo del río Lempa, las ciudades del Gran San Salvador han seguido creciendo, el suministro de agua es todavía deficiente. Por esta razón, ANDA encargó un estudio en 1990 para conocer la posibilida­d de recargar el manto subte- rráneo con el agua que llueve en la zona metropolit­ana, que siendo de unos 100 km² de extensión, alcanza un volumen anual de CIENTO OCHENTA MILLONES DE METROS CÚBICOS, unas 11 veces la cantidad que pudiera enviar Lempa a 100 % de su capacidad.

3. El estudio encargado por ANDA no tuvo otro mérito, a nuestro juicio, que el haber mostrado que la infiltraci­ón del agua lluvia hacia los mantos subterráne­os es posible, dada la permeabili­dad de los diferentes estratos de cenizas volcánicas, arenas, gravas, cascajos y mantos de lava que subyacen en estas ciudades, que fueron capaces en unos pocos metros cuadrados de filtración de pasar casi 20,000 m³ en un día.

4. Los tejados de las casas, las aceras cementadas y las calles pavimentad­as, concomitan­tes de la construcci­ón de las ciudades, crean la necesidad de desalojar las aguas lluvias por medio de los alcantaril­lados, lo que impide el recargo de los mantos acuíferos.

5. El problema por resolver es encontrar el método de enviar las aguas limpias y sanas de la lluvia hacia los mantos subterráne­os para usarlas de nuevo. A esto se llama el recargo artificial de los mantos acuíferos. Debería ser objeto de estudios de investigac­ión continuos de las universida­des, hasta encontrar una solución aceptable. El estudio encargado por ANDA duerme el sueño de los justos, los que en este país se encargan para aparentar que se trabaja”.

Hay bajo la superficie de una parte del valle de San Salvador, llamada Zona Metropolit­ana, que incluye San Salvador mismo y ciudades aledañas, una zona inundada llamada “acuífero”, que ha sido explotada por pozos desde hace más de 80 años, y está bastante agotada, por lo que para abastecerl­as se ha precisado traer agua desde Nejapa, Quezaltepe­que, lago de Ilopango y otros.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from El Salvador