SEGMENTACIÓN E INVERSIÓN, OPCIONES PARA PALIAR LA CRISIS
Medidas para beneficiar al café han sido identificadas, pero no hay dinero para llevarlas a cabo.
SEGMENTACIÓN
El café de estricta altura no es el único que puede ser rentable. Las variedades de media altura y de bajío también tienen mercado, asegura.
INDUSTRIALIZAR
Al país le hacen falta más y mejores plantas de café soluble. Estas podrían ser manejadas por las cooperativas, en lugar de importar el café que se consume localmente.
CULTURA
Giammattei invita a educar al salvadoreño para que consuma y valore el café nacional, y aporte al rubro del país.
Pese al panorama poco alentador que enfrenta el sector cafetalero salvadoreño, productores, beneficiadores y exportadores consideran que hay opciones para rescatar al grano. Instancias como el Foro del Café y la Mesa del Café, conformadas junto con el Gobierno, han identificado medidas, pero la mayoría no se han materializado, principalmente por falta de recursos.
Carlos Borgonovo, de Asociación Salvadoreña de Beneficiadores y Exportadores de Café (ABECAFE), dijo que sigue creyendo en el sector, y que es importante tener una visión integral para aumentar la productividad y la rentabilidad. Para ello, insistió, se requiere de una institucionalidad fuerte y capaz de generar una política cafetalera orientada a eso.
“En el tema de la deuda hay mucho anuncio y se hace poco. La deuda total anda entre $200 y $300 millones, la mayor parte en la banca estatal, está en manos del Gobierno el refinanciar a los productores. La solución es mucho más sencilla, el Gobierno debe decidir apostar al sector y a la productividad”, afirmó.
El productor y especialista en café Rodrigo Giammattei dijo que la falta de recursos lo complica todo, incluso las iniciativas gubernamentales para apoyar al sector. “El Consejo Salvadoreño del Café no ha hecho un mal trabajo, pero la raíz del problema es financiero, mientras no haya dinero para hacer las cosas, no hay nada”.
¿Qué se puede hacer, entonces? Giammattei señaló que hay tres apuestas básicas. La primera, dijo, es dedicar áreas específicas para los diferentes tipos de café, según su calidad. La estricta altura, que se vende a mercados como Corea o Japón, puede ser un 20 %. Luego, el bajío y media altura se deben sembrar con variedades más productivas, de modo que se pueda mantener un volumen que permita sostener las fincas y pagar las deudas.
Con bajío, añadió, se pueden sembrar variedades altamente resistentes a la roya, y hay mercado para ellas. “La robusta tiene mercado, 60 % del café que se consume en el país es soluble, y de este casi la mitad es importado, y no son arábigos finos, nos mandan mezclas y café robusta”.
Un segundo punto es la mayor industrialización del sector. Hace falta contar con una planta desca- feinadora para dar mayor valor agregado a los cafés intermedios, así como más y mejores fábricas de café soluble.
Finalmente, aseguró, se debe aumentar la cultura de café nacional, “al salvadoreño enseñarle a que consuma el café salvadoreño, enseñarle que es su aire, que es su agua”.
“Los cafés especiales son otro mundo, pero es muy poco, el volumen es bajo y pocos los beneficiados”. RODRIGO GIAMMATTEI, ESPECIALISTA EN CAFÉ