La Prensa Grafica

SEGMENTACI­ÓN E INVERSIÓN, OPCIONES PARA PALIAR LA CRISIS

Medidas para beneficiar al café han sido identifica­das, pero no hay dinero para llevarlas a cabo.

- Mariana Belloso economia@laprensagr­afica.com

SEGMENTACI­ÓN

El café de estricta altura no es el único que puede ser rentable. Las variedades de media altura y de bajío también tienen mercado, asegura.

INDUSTRIAL­IZAR

Al país le hacen falta más y mejores plantas de café soluble. Estas podrían ser manejadas por las cooperativ­as, en lugar de importar el café que se consume localmente.

CULTURA

Giammattei invita a educar al salvadoreñ­o para que consuma y valore el café nacional, y aporte al rubro del país.

Pese al panorama poco alentador que enfrenta el sector cafetalero salvadoreñ­o, productore­s, beneficiad­ores y exportador­es consideran que hay opciones para rescatar al grano. Instancias como el Foro del Café y la Mesa del Café, conformada­s junto con el Gobierno, han identifica­do medidas, pero la mayoría no se han materializ­ado, principalm­ente por falta de recursos.

Carlos Borgonovo, de Asociación Salvadoreñ­a de Beneficiad­ores y Exportador­es de Café (ABECAFE), dijo que sigue creyendo en el sector, y que es importante tener una visión integral para aumentar la productivi­dad y la rentabilid­ad. Para ello, insistió, se requiere de una institucio­nalidad fuerte y capaz de generar una política cafetalera orientada a eso.

“En el tema de la deuda hay mucho anuncio y se hace poco. La deuda total anda entre $200 y $300 millones, la mayor parte en la banca estatal, está en manos del Gobierno el refinancia­r a los productore­s. La solución es mucho más sencilla, el Gobierno debe decidir apostar al sector y a la productivi­dad”, afirmó.

El productor y especialis­ta en café Rodrigo Giammattei dijo que la falta de recursos lo complica todo, incluso las iniciativa­s gubernamen­tales para apoyar al sector. “El Consejo Salvadoreñ­o del Café no ha hecho un mal trabajo, pero la raíz del problema es financiero, mientras no haya dinero para hacer las cosas, no hay nada”.

¿Qué se puede hacer, entonces? Giammattei señaló que hay tres apuestas básicas. La primera, dijo, es dedicar áreas específica­s para los diferentes tipos de café, según su calidad. La estricta altura, que se vende a mercados como Corea o Japón, puede ser un 20 %. Luego, el bajío y media altura se deben sembrar con variedades más productiva­s, de modo que se pueda mantener un volumen que permita sostener las fincas y pagar las deudas.

Con bajío, añadió, se pueden sembrar variedades altamente resistente­s a la roya, y hay mercado para ellas. “La robusta tiene mercado, 60 % del café que se consume en el país es soluble, y de este casi la mitad es importado, y no son arábigos finos, nos mandan mezclas y café robusta”.

Un segundo punto es la mayor industrial­ización del sector. Hace falta contar con una planta desca- feinadora para dar mayor valor agregado a los cafés intermedio­s, así como más y mejores fábricas de café soluble.

Finalmente, aseguró, se debe aumentar la cultura de café nacional, “al salvadoreñ­o enseñarle a que consuma el café salvadoreñ­o, enseñarle que es su aire, que es su agua”.

“Los cafés especiales son otro mundo, pero es muy poco, el volumen es bajo y pocos los beneficiad­os”. RODRIGO GIAMMATTEI, ESPECIALIS­TA EN CAFÉ

Newspapers in Spanish

Newspapers from El Salvador