Papa autoriza estudiar escándalo Mccarrick en archivos
Francisco ha dicho que no pronunciará palabra sobre esas denuncias formuladas por un ex nuncio apostólico.
El papa Francisco ha autorizado un “estudio exhaustivo” en los archivos vaticanos acerca de cómo un conocido cardenal estadounidense pudo avanzar en la jerarquía a pesar de denuncias de que tenía relaciones sexuales con seminaristas y sacerdotes jóvenes, dijo la Santa Sede ayer. El Vaticano dijo tener conciencia de que en semejante investigación podrían surgir pruebas de que “se tomaron decisiones que no serían congruentes con la manera contemporánea de abordar tales problemas”. Pero añadió que Francisco “seguirá el camino de la verdad, dondequiera que lo lleve”.
La declaración no se refirió a las denuncias de que Francisco estaba enterado de los señalamientos de agresión sexual dirigidos contra el ahora retirado cardenal Theodore Mccarrick en 2013, pero lo rehabilitó de las sanciones impuestas por Benedicto XVI.
La investigación, de tener el alcance necesario, podría llevar a la conclusión de que las acciones de Francisco han sido inconsecuentes con lo que él mismo considera ahora una conducta inaceptable.
“Ni el abuso ni su encubrimiento pueden ya ser tolerados, y un trato distinto a los obispos que han cometido o encubierto abusos representa en los hechos una forma de clericalismo que ha dejado de ser aceptable”, dijo el comunicado.
El Vaticano ya sabía al menos en 2000 de las quejas de seminaristas a quienes Mccarrick presionaba para que tuvieran relaciones sexuales con él. El padre Boniface Ramsay, profesor en un seminario de Nueva Jersey, escribió una carta al Vaticano en noviembre de 2000 en la que transmitió las inquietudes de los seminaristas después de que Mccarrick fue nombrado arzobispo de Washington.
Sin embargo, Juan Pablo II lo consagró cardenal el año siguiente. Mccarrick renunció al arzobispado en 2006, al llegar a la edad canónica de retiro, de 75 años.
Francisco aceptó la renuncia de Mccarrick al cardenalato en julio, después de que una investigación por la iglesia estadounidense determinó que resultaba creíble la denuncia de que manoseó a un monaguillo en los años setenta. Desde entonces, otro hombre se ha presentado para acusar a Mccarrick de abusar de él cuando era adolescente y otros hombres han dicho que Mccarrick los acosaba cuando eran seminaristas o curas jóvenes.
El escándalo ha generado una crisis de confianza en la jerarquía estadounidense, ya que aparentemente era un secreto a voces que Mccarrick, quien tiene 88 años, invitaba a seminaristas a su casa de Nueva Jersey, en el mar, y a compartir su cama.