La policía masacró a 3 hombres en Aguilares: Fiscalía
Cuatro policías son acusados de manipular evidencias para simular un enfrentamiento.
El reconocimiento médico forense y las autopsias practicadas a los cadáveres de tres pandilleros del Barrio 18 revelan que no murieron durante un enfrentamiento con agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), tal como lo señaló la versión oficial. La fiscalía está convencida de que aquel 5 de enero de 2018 en la madrugada ocurrió una ejecución extrajudicial en uno de los pasajes de la colonia San José, de Aguilares.
Los cadáveres de Pedro Alberto Rivas Cruz, José Wilfredo Elías Fuentes y Melvin Alexánder González Guardado quedaron tendidos en un predio baldío al final del pasaje que colinda con una vivienda que los pandilleros usaban como centro de operaciones.
Dos jefes policiales respaldaron la versión que los agentes involucrados contaron: que llegaron para verificar una denuncia ciudadana sobre la presencia de pandilleros equipados con armas largas. Sin embargo, al llegar fueron recibidos con disparos y ellos se defendieron. El enfrentamiento dejó como saldo tres pandilleros fallecidos; pero otros siete lograron huir sorteando un alambrado.
Esa es la versión oficial que resumieron en dos informes diferentes los oficiales: el jefe de la delegación San Salvador norte, Saúl Ernesto Najarro Sandoval, y José Argueta Martínez, el oficial de servicio que estaba a cargo ese día.
Esos dos informes, que varían en algunos detalles entre sí, están incorporados en el expediente contra los cuatro agentes policiales que pertenecían al plan Zafra y a quienes la Fiscalía General de la República (FGR) decidió acusar de homicidio agravado porque al fiscal que inspeccionó la escena no le cuadraron algunos elementos con lo declarado por la PNC.
Ese fiscal, ahora como acusador del caso, recuerda que vio algo irregular en la posición en que estaban los cuerpos. El cadáver de Pedro, por ejemplo, estaba boca abajo, pero tenía múltiples lesiones de bala tanto enfrente como atrás. Las otras dos víctimas estaban de lado: una al costado derecho y la otra, a la izquierda. Además, dos de ellas no tenían puestos los zapatos; pero el calzado sí estaba dentro de la casa.
“Los informes de un subcomisionado y un inspector de la PNC no concuerdan con la evidencia recolectada en la escena”, le dijo el fiscal ayer al Tribunal Segundo de Sentencia de Santa Tecla, que conoce el caso.
La autopsia que una forense le hizo a Pedro arrojó que tenía lesiones en el cráneo, cuello y tórax. En total, el cadáver presentaba 23 orificios producidos por arma de fuego, 15 de ellos de entrada y siete de salida. Todos, según la experticia de balística, provocados por armas largas.
Junto a los cadáveres, los investigadores encontraron cuatro armas de fuego, pero solo dos de ellas habían sido disparadas.
Por todas esas incongruencias presentadas como pruebas por la fiscalía es que los imputados están acusados de haber manipulado las evidencias, incluidos los cadáveres, para simular el supuestos enfrentamiento.
“Las víctimas estaban en la casa, los sorprendieron y se los llevaron al predio para ejecutarlos. Hubo ánimo de cometer ese hecho, se planificó. No llegaron por casualidad”, concluyó el fiscal.
Jorge Salmerón Cuadra, uno de los defensores de los agentes, a quienes no se puede identificar por una prohibición judicial, dijo que solo cumplieron con su trabajo de “llevar seguridad a la ciudadanía” y que “actuaron en defensa propia”. El fallo lo dará el tribunal el próximo lunes.
“La evidencia fue manipulada. Había ánimo de cometer el homicidio. Planificaron ir ahí, no existió un enfrentamiento, sino una ejecución”. FISCAL A CARGO DEL CASO
“No hubo dolo, simplemente cumplieron con su trabajo de brindar seguridad a la ciudadanía. Actuaron en legítima defensa”. JORGE SALOMÓN CUADRA, DEFENSOR DE AGENTES PNC