2.1 mill de personas en edad de trabajar no tienen empleo formal
FUSADES publicó ayer su informe anual sobre la coyuntura social correspondiente al período 2017-2018.
“Estamos contentos de poder compartir el trabajo del DES, cuya visión es generar conocimiento y recomendaciones de política social, promover el debate calificado e incidir en acciones de contraloría social”. ELENA MARÍA DE ALFARO,
COORDINADORA DE COMISIÓN DEL DES
“Al analizar la superación de la pobreza se observa un comportamiento errático, porque desde 1991 a 2005 se observó una reducción bastante gradual, pero desde 2006 ha aumentado o disminuido cada 2 años”. GABRIELA GÓCHEZ,
INVESTIGADORA TÉCNICA DEL DES
“Tenemos la certeza que solo el 20 % de todos los centros escolares ofrecen orientación vocacional, pero la mayoría de estudiantes no recibe esa atención y eso incide. Hay que repensar la reforma para la educación secundaria”. HELGA CUÉLLAR-MARCHELLI, DIRECTORA DEL DES
Más de 2 millones de personas en edad de trabajar no tienen un empleo formal, según el informe anual de coyuntura social que la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES) publicó ayer, correspondiente al período 2017-2018. El informe fue elaborado por el Departamento de Estudios Sociales (DES) de la fundación.
En otras palabras, solo el 27.6 % de las personas económicamente activas (PEA) tenían acceso a seguridad para 2017, por lo que al menos siete de cada 10 PEA formaban parte del sector informal. El 74% de esa informalidad la padecieron los jóvenes entre los 15 a 29 años, considerando que la edad aproximada en la que se comienza a trabajar de forma remunerada son los 16 años.
En consecuencia, no es casualidad que dos de cada cinco jóvenes consideró seriamente emigrar del país: el factor económico, relacionado con la falta de oportunidades, fue la principal causa de la movilidad humana, solo seguido del factor inseguridad, un fenómeno denominado “desplazamiento forzado”.
“Yo creo que hay una polémica con el término (“desplazamientos forzados”). Nosotros hablamos más de movilidad humana, pero hay que entender las razones de esta movilidad, que es un derecho, porque cualquiera tiene el derecho de ir de un lugar a otro, pero es distinto cuando tiene que hacerlo por falta de oportunidades o porque tiene temor de su propia vida”, anotó la directora del DES, Helga Cuéllar-marchelli. La directora agregó que el gran desafío es lograr que haya el reconocimiento de que es un fenómeno que afecta a varios salvadoreños, de que no todos los lugares son seguros y que muchos se ven obligados a salir de sus zonas de origen porque tienen temor o porque no encuentran oportunidades.
“Es cierto que la mayoría se mueve por razones económicas, porque está buscando empleo y oportunidades, pero ya hay un grupo importante que es por temor, es por violencia; y aquí debemos de ponernos en alerta porque si esto está ocurriendo la tarea es que no siga ocurriendo y que no aumente este problema, sino tratar de reducirlo y evitarlo. Si hay un problema, la obligación del Estado es atenderlo, darle una respuesta efectiva. Es la obligación del Estado. No hacerse el que no sabe y no conoce”, señaló Cuéllar-marchelli.
Por otra parte, el informe también destaca que la situación de pobreza mejoró al pasar de 38.2 % en 2016 a 33.7 % para 2017, pero los investigadores advirtieron que aún hay muchos desafíos pendientes, por ejemplo, en materia de educación, salud y nutrición. En el tema educativo, el principal reto es sincronizar las metas educativas con las inversiones en pro de la calidad de la educación, ya que solo $3 de cada $100 fueron invertidos en 2017 para el mejoramiento de la calidad educativa con el modelo Escuela Inclusiva de Tiempo Pleno (EITP).