Ryan Reynolds, 42 anos entre el "troleo" y la actuacion
Hasta hace unos años, Ryan Reynolds estaba encasillado en comedias románticas. Ahora se ha convertido en un exitoso actor que brilla en Hollywood.
Ryan Rodney Reynolds se mudó de su natal Vancouver a Los Ángeles a los 17 años de edad con su carro al que le faltaba una puerta. De hecho, según cuentan, llegaba empapado a las audiciones, pero su porte de rey del baile de promoción le abrió las puertas de Hollywood, aunque antes ya había trabajado en la televisión y había ganado cierto éxito. La comedia “Van Wilder: Animal Party”, 2002, y una saga de éxito garantizado “Blade Trinity” de 2004 se empeñaron en convertirlo en estrella. Pero Reynolds se pasó demasiado tiempo en el limbo de “la próxima gran estrella”. Cada año parecía que iba a ser su año, pero transcurría el tiempo y no brillaba. Tras una década intentando etiquetarlo, Hollywood aprovechó un par de fracasos para darse por vencido. Él no estaba dispuesto a hacerlo.
Ya, para ese entonces, había logrado ser la envidia de muchos hombres en el mundo: entre 2008 y 2011 al estar casado con Scarlett Johansson. Pero, todo indica que el fracaso de su matrimonio se debió al sufrimiento del actor mientras ella estaba en la cima. “Esta profesión es muy volátil, siempre uno de los dos tendrá más éxito que el otro. Y se vincula al rechazo. Porque los actores, si no tienen éxito, lo relacionan directamente con su impopularidad, con el hecho de que nadie les quiere”, contó Scarlett hace unos años.
Pero el triunfo le llegó lo suficientemente
“CUANDO TUVIMOS AL BEBÉ, ME ENAMORÉ DE MI MUJER MÁS DE LO QUE HABÍA ESTADO EN TODA MI VIDA. SOLÍA DECIRLE: ‘DETENDRÍA UNA BALA POR TI, NUNCA PODRÉ AMAR A NADIE MÁS DE LO QUE TE AMO A TI’. Y EN EL MOMENTO EN QUE MIRÉ AL BEBÉ A LOS OJOS, SUPE QUE SI ALGUNA VEZ ESTÁBAMOS EN PELIGRO UTILIZARÍA A MI MUJER COMO ESCUDO HUMANO PARA PROTEGER A ESE BEBÉ”. Ryan Reynolds, sobre su faceta de papá
tarde como para saber exactamente qué hacer con él. En Twitter, por ejemplo, se ganó la fama de ser un pesado y poco querido, pero para muchos simplemente es “el rey del troleo” por dar respuestas tan espontáneas y sarcásticas como estas: si alguien tuitea que le resulta imposible distinguir entre Ryan Gosling y él, Reynolds aclara sus diferencias: “El color de pelo es distinto, Ryan Gosling es rubio, y Ryan Reynolds es un tonto”. Cuando una tuitera le pide que le dé una patada en el pecho y la arrastre por la acera, él responde: “Lo siento, me agarras rezando, quizá luego”. Si alguien le pregunta qué opina su mujer, Blake Lively, de las sórdidas peticiones sexuales que recibe por Twitter a diario, Reynolds asegura: “Sospecho que la mayoría las escribe ella, son muy de su estilo”. Reynolds tuitea como alguien que no tiene nada que perder, como si disfrutara corrompiendo su imagen pública, pero lejos de perjudicarle ha sido lo que le ha salvado: su carisma y personalidad. Ryan no parece un tipo común. Lo es. Y nada le gusta más al público que una estrella cuya autenticidad resulte creíble y esa es su estrategia. Si antes era criticado por ser celoso de su privacidad ahora comparte –casi– todo.
Pero Ryan, quien hoy cumple los 42 años de edad, parece vivir su momento. El rechazo universal que sufrió su aparición como Deadpool en “Wolverine” (2009) llevó al estudio a cancelar el rodaje de su película en solitario. El actor no se rindió y durante seis años siguió moviendo el proyecto. Confiaba en el potencial del personaje y en él. Hizo bien. “Deadpool” (2016) se ha coronado como la entrega de X-men más taquillera de todas.