Pintura, cocina y lectura para la reinserción
La embajadora de Estados Unidos conoció los avances de Yo Cambio y se comprometió a seguir con ayuda.
Gerald Orellana ingresó a prisión en 2011 por el delito de extorsión. Siete años después, sostiene un pincel con la mano derecha y, junto con sus compañeros, recrea en un lienzo una catedral multicolor.
Gerald asegura que los ilícitos quedaron atrás. Nunca había dibujado, pero desde hace seis meses recibe clases de pintura en el centro penal La Esperanza, conocido como Mariona, en el municipio de Cuscatancingo, San Salvador.
Gerald es parte de los 26,000 privados de libertad de todo el país que, según estadísticas oficiales, participan en el programa Yo Cambio, impulsado por la Dirección General de Centros Penales (DGCP) con el objetivo de que los reos se reinserten a la vida productiva.
La embajadora de Estados Unidos en el país, Jean Manes, visitó ayer el centro penal La Esperanza, junto con la embajadora de Colombia en El Salvador, Fulvia Benavides, y las autoridades del Ministerio de Justicia y Seguridad.
En La Esperanza se implementan 10 talleres en los que participan 400 reclusos. Los talleres van desde la cocina, la panadería, pintura, piñatería, carpintería, serigrafía, entre otros.
La embajadora estadounidense reconoció la importancia del programa y dijo que su país continuará colaborando en su implementación. “Realmente las personas pueden tener segundas oportunidades”, dijo la diplomática.
LIBROS PARA REOS
Manes aprovechó el recorrido por el penal de Mariona para donar 69 libros nuevos de autores estadounidenses que serán usados por los privados de libertad. La Dirección General de Centros Penales desarrolla un plan para motivar la lectura en todos los penales del país.
El director Marco Tulio Lima afirmó que actualmente cuentan con 6,000 libros para distribuir en todo el país. Serán 26 bibliotecas, una por cada penal, las que pondrán a disposición.
Los libros son adquiridos a través de donaciones particulares o de organismos internacionales, dijo el funcionario.