La Prensa Grafica

MUNICIPIO DE SOCIEDAD

Una historia que acompaña a este municipio quizá desde su misma fundación, el sentimient­o de uno de sus ciudadanos que quedó plasmado en la roca y que trasciende hasta nuestro tiempo.

- Armando Urquillo turismo@laprensagr­afica.com Armando Urquillo Blog Armando Urquillo

Conocí su historia en un viaje anterior, desde entonces quedé prendado de la imagen y lo que representa. Hice todo por volver para descubrir su secreto, y afortunada­mente lo he encontrado. Visitar por primera vez Sociedad, ubicada en el departamen­to de Morazán, puede resultar un viaje a un pueblo como muchos, uno de los más pequeños que conocí, un número reducido de arterias y negocios e incluso puede resultar difícil encontrar un sitio para comer, ya que las opciones escasean.

La distribuci­ón de sus construcci­ones es igual a la que heredó la colonia: parque central, iglesia colonial, alcaldía municipal. Pero entre todo había algo diferente, y es que el centro de este municipio no es el parque, sino más bien, su centro del que parte su historia brota de los cerros que conforman su horizonte.

¿Ya vio el cerro El Indio? es la pregunta recurrente entre los lugareños a cualquiera de los visitantes de Sociedad. Y en mi caso solo su nombre captó mi atención, seguí el dedo índice del guía, en un primer momento fue difícil unir en mi mente los puntos que forman la imagen.

Pero al conseguirl­o fue imposible no sobrecoger­me con el gigante en descanso que custodia a Sociedad.

LA LEYENDA

Cuentan que allá en el inicio, en los primeros años de fundación del pueblo había un joven de raíces indígenas, grande como ninguno de los demás muchachos de su edad, tamaño que lo hacía ser víctima de burlas (nuestro “bullying” moderno).

Las constantes burlas y el rechazo lo hicieron aislarse cada vez más; y aseguran que aquel muchacho subía todas las tardes a los cerros de Sociedad y desde la cima miraba la tierra que tanto quería y preguntaba:

¿Sociedad, por qué no me quieres? Mientras señalaba la ciudad que apenas se formaba.

Se volvió su escape, se volvió su consuelo. Los cerros de Sociedad se transforma­ron en su hogar, allá arriba era uno EXTENSIÓN Y POBLACIÓN más, nadie se burlaba de él por su tamaño.

Una vez aquel joven gigante se acostó en la cima de su cerro favorito y miró al cielo, transmitió al Creador su plegaria, pidió ser aceptado, deseó poder ser uno más, hasta que se quedó dormido.

El joven gigante se volvió uno con sus cerros y quizá como recordator­io de su plegaria desde los tejados de Sociedad es visible todavía como mira al cielo esperando respuesta. Su leyenda trascendió el tiempo y ahora la historia de Sociedad nace desde su descanso eterno.

Lo vi todo desde Sociedad, donde un gigante tuvo que convertirs­e en cerro para ser aceptado y ahora es uno de sus más ilustres hijos: el cerro El Indio.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from El Salvador