El OIRSA celebra 65 años de operar en la región
El organismo regional surgió para contener un brote de langostas voladoras que afectó a Centroamérica y México en los años cuarenta.
En la década de los cuarenta, en Centroamérica y parte de México hubo una plaga de langostas voladoras (también conocida como langosta centroamericana o chapulín) que afectó con fuerza la agricultura. Ante esta situación, los ministros de Agricultura y Ganadería de la región crearon un comité para combatir la langosta. Posteriormente, en la década de los cincuenta, este comité se convirtió en el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), el cual hoy cumple 65 años de fundación.
“Las personas que aún viven y recuerdan esa época (años cuarenta) hablan de haber visto nubes de langostas que volaban por los cielos. Ahora se vienen nuevos retos y nuevas situaciones que demandan la colaboración de todos los países. Enfrentamos el cambio de la variabilidad climática. Esto trae como consecuencia los cambios en el patrón de vida de los seres humanos”, comentó el representante del OIRSA en El Salvador, Edwin Aragón.
Asimismo, sostiene que el clima está cambiando el ciclo de las plagas, y por ende, en algunos casos, esto puede generar más brotes en el corto plazo. Ante esta situación, Aragón dijo que están ejecutando programas de variabilidad climática que sirven para alertar a los países de la región.
“Hay aspectos de vulnerabilidad que tienen que ver con el tema medioambiental. Por eso, la posibilidad real de enfrentar esto pasa por tener agricultores bien informados, capacitados y con disposición colaboradora para alertar a tiempo sobre alguna sospecha de plaga o enfermedades”, agregó.
En cuanto al tema de ganadería, Aragón asegura que una de las apuestas del OIRSA está en mejorar la infraestructura de algunas fronteras donde se realizan los controles fitosanitarios.
También dijo que están trabajando en el tema de trazabilidad, principalmente, de la carne bovina. Esto funciona para identificar al ganado y conocer su movilidad desde su nacimiento hasta que sale del comercio o se transforma en carnes o sus derivados.
“Enfrentamos el cambio de la variabilidad climática. Esto trae consigo los cambios en el patrón de vida de los seres humanos”.
“La posibilidad real de enfrentar la vulnerabilidad pasa por tener agricultores bien capacitados para informar sobre amenazas de plagas”. EDWIN ARAGÓN, REPRESENTANTE DEL OIRSA EN ES