Gasto ineficiente en salud resta 4 años de vida a latinoamericanos
En la actualidad, América Latina y el Caribe no solo está por detrás de las economía desarrolladas, sino que el 81 % de los países que conforman la región está por debajo de la media en cuanto a su eficacia en el gasto que hacen en salud.
Un gasto eficiente para vidas más sanas. Sobre este planteamiento versa el capítulo número 8 del más reciente estudio insignia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Desarrollo en las Américas (DIA, en inglés). El documento revela que un total de 22 de los 27 países de América Latina y el Caribe se encuentra por debajo del ranking de eficiencia promedio en lo que se refiere al gasto en salud; y esta ineficiencia le está restando a los latinoamericanos un promedio de cuatro años de vida. En países como Bolivia, Guyana, Trinidad y Tobago y Surinam, inclusive, esta cifra puede subir a siete años.
En la actualidad, el gasto en salud per cápita en los países con economías desarrolladas, agrupados en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), asciende a $4,701 frente a los $1,109 que gastan las naciones latinoamericanas y caribeños.
Las ineficiencias, según señala la investigación del BID, están en el desperdicio de insumos, en la duplicación de exámenes, en las estadías hospitalarias innecesarias, entre muchas otras.
Solo en 2009, a manera de ejemplo, América Latina podría haber evitado 9.6 millones de hospitalizaciones innecesarias, afirma la institución financiera.
Además advierte, sin embargo, que la ineficiencia en el gasto sanitario también se refleja en cómo los países están subutilizando los medicamentos genéricos y están gastando más en comprar fármacos de marca, que pueden llegar a ser hasta un 40 % más caros.
“Una asignación ineficiente tiene origen en una selección inadecuada de prioridades, falta de guías de práctica clínica, reportes incompletos sobre desempeño o simplemente una gobernanza inadecuada del sistema”, reza el informe.
El Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) ya ha advertido que América Latina se encamina a un envejecimiento de su población; por eso es importante de mejorar la eficiencia de este gasto.
“El envejecimiento es un factor que probablemente va a incrementar los costos en salud; por lo tanto, liberar recursos por medio de mejoras a la eficiencia puede generar fondos para atender estas demandas”, advirtió la especialista líder en salud del BID, Diana Pinto.
Por otra parte, el gasto de bolsillo es un indicador clave para la protección financiera, explica el BID: los niveles por encima del 20 % del gasto total en salud están estrechamente asociados con gastos catastróficos y empobrecedores; y, por ejemplo, solo en Venezuela este gasto de bolsillo fue del 64 % para los venezolanos cuando para los cubanos solo representó un 4 %, según los datos que recoge el documento.
Este gasto de bolsillo ha disminuido del 37 % al 33 % del gasto total en salud en la región; lo recomendable es que no exceda el 20 %.
Los tres países con el gasto más eficiente en salud son Chile, Costa Rica y Uruguay y esto se debe a la efectividad y transparencia de sus gobiernos, a la participación ciudadana en la formulación de políticas públicas y a la calidad regulatoria del Estado.