Caravanas de migrantes desafían un camino difícil
Dos caravanas de salvadoreños partieron esta semana hacia Estados Unidos, siguiendo los pasos de otras conformadas por hondureños, quienes buscan atravesar Guatemala y México para llegar a la frontera con Estados Unidos. En el camino, los migrantes han encontrado un sinfín de dificultades, desde el cansancio y la falta de alimento hasta el bloqueo por parte de autoridades mexicanas.
Pese a ello, el primer grupo de salvadoreños logró ingresar a México el martes de esta semana.
En respuesta a las caravanas de salvadoreños y hondureños, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado una ofensiva en contra. Esta semana anunció que enviará a 5,200 soldados a la frontera con México, y que la cifra podría subir a 15,000 de ser necesario.
Además, dijo que internará en campos de detención en la frontera –que el Ejército está ya levantando con carpas– a los miembros de las caravanas de migrantes centroamericanos que lleguen a Estados Unidos, y advirtió que va a endurecer las condiciones de asilo.
“Esto es una invasión”, manifestó, a falta de cinco días para las elecciones legislativas de medio mandato, de cara a las cuales está agitando el miedo a la inmigración para movilizar a sus bases.
Las tareas de los militares son, básicamente, de apoyo logístico. Sin embargo, Trump aseguró que los militares podrán abrir fuego contra los migrantes si son apedreados, como ocurrió en la frontera entre Guatemala y México.
Quienes entren ilegalmente en Estados Unidos no podrán ya presentar solicitudes de asilo.