Construyen prototipo de la primera vivienda de clase bioclimática
Su elaboración y entrega se logró gracias al aporte y financiamiento de Hábitat para la Humanidad de East Bay, en Silicon Valey, California (Estados Unidos).
La familia Campos Salamanca, integrada por dos adultos y cuatro niñas que residen en el cantón El Niño, municipio de San Miguel, fue la primera en habitar un prototipo de vivienda bioclimática, que fue diseñada y construida como parte de una alianza estratégica entre la ONG Hábitat para la Humanidad El Salvador y la Escuela Especializada de Ingeniería del ITCA-FEPADE. Omar Campos Trejo, de 34 años y cabeza de esta familia, cuenta que antes de recibir su nueva vivienda residían en una pequeña casa de lámina y madera que había logrado construir con el poco dinero que obtenía en la labranza de la tierra. La vivienda tenía alrededor de 14 años y ya les quedaba pequeña, por lo que siempre soñaba con obtener los recursos suficientes para hacer una más grande, cómoda y segura.
Fue por eso que Omar se alegró cuando una hermana lo apuntó para optar a una casa de interés popular de bajo costo, financiadas por Hábitat El Salvador. Sin embargo, su felicidad fue mayúscula cuando le comunicaron que su familia había sido escogida para recibir la primera casa bioclimática en El Salvador, por lo que no tendría que invertir más que su trabajo y el aporte de un par de asistentes de albañil. Luego se le sumaron 90 voluntarios de la comunidad.
“Estamos bien contentos y agradecidos con Dios y Hábitat, porque la verdad no esperábamos esta gran ayuda”, dijo, y explicó que su hermana fue quien se enteró sobre el proyecto de la construcción de una casa
“Hábitat El Salvador entrega la primer vivienda bioclimática en sintonía con los desafíos climáticos”. ERNESTO TOBAR, DIRECTOR EJECUTIVO DE HÁBITAT EL SALVADOR
por la cual no se tendría que pagar nada más que el ayudante de albañil.
Abraham Ramírez, técnico en construcción de Hábitat para la Humanidad, detalló que el diseño de la vivienda es innovador por poseer elementos bioclimáticos y autosostenibles, que le dan un valor extra dentro de las construcciones de interés social, con valor aproximadamente de $16,000.
El reto, en este caso, fue diseñar un prototipo de casa que además de contar con características bioclimáticas no excediera el rango de los $20,000, que es el límite de las viviendas populares o de bajo costo.
“En primer lugar tenemos el sistema de ventanales, que son grandes y están colocadas para permitir una distribución de aire que permita una mayor frescura”, dijo Ramírez.
Otras de las características es que se le colocó una loza verde con geomembrana que está diseñada para asimilar los rayos del sol, y de paso convertirse en una pequeña zona verde donde se pueden sembrar huertos caseros.
Esta loza se colocó sobre los dos cuartos que sirven de habitaciones, precisamente para darles mayor frescura y evitar el uso de ventiladores. La casa está dividida en tres módulos, que fueron diseñados para optimizar la luz.