Uso de la tecnología puede potenciar la agricultura
Varios países en la región no aplican todavía tecnologías como la modificación genética de los cultivos. Empresarios del rubro afirman que aumentarían el rendimiento.
HOY SE CELEBRA EL FORO “AGRICULTURA EN EL SALVADOR: DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES”. ENTRE LA AGENDA A ABORDAR ESTÁ EL POTENCIA DE LA BIOTECNOLOGÍA PARA EL RENDIMIENTO DEL AGRO EN EL PAÍS.
La implementación de la biotecnología en la agricultura puede despertar el potencial que tiene El Salvador para desarrollar su agricultura, señaló José Perdomo, presidente de Croplife Latinoamérica. Actualmente el país, al igual que otros en la región, se ha resistido a implementar algunas innovaciones tecnológicas. La apuesta debe ser, según el experto, apegarse a las adecuadas prácticas agrícolas.
Este día se celebra el foro “Agricultura en El Salvador: desafíos y oportunidades”, donde Perdomo expondrá sobre “los desafíos agroalimentarios de América Latina y la oportunidad que este continente tiene, a través de la innovación y la tecnología, de ser el supermercado del mundo”.
Agregó que la región produce el 13 % del alimento del mundo y en los próximos cinco años se espera que las exportaciones de alimentos se tripliquen, sobre todo por el potencial climático del subcontinente.
“El Salvador tiene la misma posibilidad que tiene un Honduras, un Nicaragua, de potencializar la productividad agrícola, porque eso es lo que la industria de los cultivos se avoca, a invertir en la tecnología”, aseveró el experto.
Agregó que las plagas afectan hasta el 45 % de la producción anual, pero sin la tecnología, serían 80 %.
El Salvador ha sufrido de varias plagas, como la roya, la broca y la antracnosis en el caso del café, el pulgón amarillo en el caso del sorgo, entre otros.
La roya es de los casos más dramáticos pues redujo, de un año a otro, la cosecha en alrededor de un millón de quintales. El sector aún arrastra esos problemas.
Este año el agro salvadoreño fue golpeado por una sequía durante parte de julio y agosto, el impacto fue de más de 6 millones de quintales de maíz perdidos, de acuerdo con la Cámara de Medianos y Pequeños Productores Agropecuarios (CAMPO).
Perdomo ejemplificó que en Estados Unidos han desarrollado un maíz que resiste a la sequía; sin embargo, El Salvador carece de una ley de biotecnología, que incluiría cultivos genéticamente modificados, por lo que no se pueden utilizar.
El experto señaló que países como El Salvador y Guatemala aún tienen resistencia a esta tecnología, mientras que en otros lugares han avanzado más allá, con el uso de CRISPR en las plantas, que es una especie de modificación sin incorporar otros genes. Esto, asegura, hace los cultivos resistentes y más productivos.
Además, aseguró que, aunque por cuestiones de patentes, los agricultores tienen que seguir comprando semillas a la empresa, el incremento en las utilidades compensa de sobra la inversión.
“Esta industria invierte más de $7,000 millones al año en investigación y desarrollo para buscar productos que ayuden a controlar las plagas”. JOSÉ PERDOMO, PRESIDENTE DE CROPLIFE LATINOAMÉRICA